POR CASTUERA DE
BOTELLÓN
Mientras
llega el otoño (que se volverá a hablar,
con toda seguridad, de las medidas sociales
que favorecen, descaradamente, a quien no necesita de ellas, pero
proporcionan muchos votos y de la explotación, más descarada aún, de los
trabajadores por algunos Empresarios y por los políticos de ciertas
Administraciones Públicas, etc., etc.) y con el consentimiento del Sr. Alcalde
(como reza en el libro de la feria de este año en su saluda) escribo, porque me
preocupa, del “botellón”, que aquí en
Castuera se hace en cualquier sitio.
Igual que en la mayoría de los pueblos, como es fácil imaginar.
Durante
los Carnavales se hace en la Plaza de España, nada más y nada menos que en los
portales del Ayuntamiento (el disfraz esconde la edad de muchos de sus
participantes); en la víspera de la romería de San Isidro se hace en la Ermita
del mismo nombre ¡ a varios kilómetros de la población!; por San Juan (durante
la noche de la verbena popular) se hace en una calle muy cerca de un Tanatorio, por lo que sobra
comentario; durante otra de las verbenas populares, la de Santa Ana (de reciente creación pues
antes era feria) se hace en los aledaños del parque del mismo nombre, y,
como anécdota, hay que decir que
en él han participado (en una calle cortada al tráfico y donde no había casi
nadie) un grupo de amigos económicamente acomodados y que, por consiguiente
podían haber colaborado con Adiser
(asociación de discapacitados) que explotaba la barra de la verbena en
vez de hacer botellón, sobre todo, en el caso de alguno de ellos, para no hacer bueno eso de:
“A Dios rogando y con el mazo dando”.
En
la Feria de Septiembre y todos los Viernes y Sábados del resto del año se hace
en una vía de servicio, al lado del recinto ferial (con jóvenes, menores y
algunos mayores jóvenes) invadiendo uno de los dos carriles de la carretera
Villanueva-Andújar sin que las fuerzas del orden se den por aludidas. ¿Muy peligroso? Ahora no. Cuando pase algo.
En
fin…Mi modesta opinión, después del periplo, es que, como cualquier fenómeno
social, el botellón hay que regularlo.
Emplazarlo en un sitio vallado y hacer que disponga de las suficientes
medidas de seguridad e higiene y, fundamentalmente, que no permita la entrada
de menores. Hacerlo y tolerarlo en
“cualquier sitio”, como ocurre ahora, es una auténtica barbaridad y de una
total irresponsabilidad.
23-08-07
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