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sábado, 30 de julio de 2016

FILANTROPÍA DEMENCIAL


FILANTROPÍA DEMENCIAL.

 

Está en todos los periódicos desde hace unos días: La solución “psicológica” –la otra solución, la de verdad, llegará sola- de la crisis de los de siempre que hay crisis es la congelación salarial de Políticos y Altos Cargos de todas las Administraciones e, implícitamente, del Círculo Sindical.

Congelación de salarios –se va a necesitar mucho hielo- propuesta por el Sr. Presidente del Gobierno que, como no podía ser de otra forma, es unánimemente aceptada y apoyada, cómo no, por las ideologías más relevantes, PSOE y PP, y por el sindicalismo perendengue de UGT y CCOO que, como todo el mundo sabe, está “secuestrado” desde que un ex Presidente, socialista para más señas, se sacó de la manga la formación no reglada “sine qua non” para financiar su canonjía.

En mi más modesta opinión, esta “machada” o, dicho más cabalmente, desvergüenza, merece que los ciudadanos realmente afectados por la crisis no nos callemos. Sobre todo porque es axiomático que nos toman por estúpidos (el que suscribe les devolverá el “cumplido” cuando haya elecciones) y eso, de verdad, es muy deplorable por su parte.

Decir que no se van a subir el sueldo los que ganan en torno a los 100.000 € de media al año (los únicos “trabajadores” que se ponen el sueldo que quieren) en un País donde la medía salarial de los demás trabajadores –que no pueden beber whisky mientras trabajan- apenas llega a los 20.000 € y decirlo Sres. Diputados y Eurodiputados que compatibilizan su sueldo con “la pensión” de ex Ministro o ex Alto Cargo que está entre 5.000 y 6.200 €/mes (¡que no dirían estos Sres. si a un obrero le siguieran pagando el paro después de encontrar trabajo!) no sólo es de una auténtica filantropía demencial sino que supone, además, una degeneración democrática, porque la mayoría de los “filántropos ocasionales” llevan años y años sin respetar el IPC (con seguridad y para más inri, manipulado) que les exigen al resto de trabajadores y subiéndose en cada ocasión que se les antoja o la coyuntura lo requiere el 20%.

Y coger ese “tren” (un “carretas” le llamábamos de joven al tren que daba pena mirar) de la filantropía demencial suena, sencillamente, a subyugación cuando lo hacen Alcaldes como, por ejemplo, el de Villanueva de la Serena, que no se cuanto ganará ahora, pero que en otro tiempo llegó a tener un sueldo que escandalizaba a sus colegas de Madrid y Barcelona; o la Alcaldesa de Plasencia, que debe andar por los 5.000 € /mes sin contar viajes y dietas; o ese sinfín de Alcaldes de todo El País, muchos de ellos acusados de corrupción, que sobrepasan con creces los 3.000 €/mes; o los Altos Cargos de la mayoría de las CCAA que llevan desde que se inició la, por ellos llamada, Democracia (para otros, como mucho, Dictadura Blanda del Capitalismo) saltando de cargo en cargo como en el juego de la “oca”  y, cada vez que “se mueve el aire”, aumentando el número de sus gregarios o los Departamentos para camuflarlos y hacer así que se mantenga esa estructura mafiosa en la que la lealtad, sólo la lealtad, es la clave.

Ni que decir tiene que cuando el caso de la antedicha subyugación alcanza a alguien muy relevante en la política, como es el del Sr. Bono, Presidente del Congreso, que, según parece, percibirá al año 219.534 € (36,5 millones de pesetas), la filantropía demencial se transforma –por aquello del lugar de nacimiento en este caso- en quijotismo irracional.

En fin… que sólo falta que se congelen el sueldo el Sr. Botín (¡que apellido, madre mía!) y los Albertos (esos que se llevan la mar de bien con los Altos Tribunales, “hagan lo que hagan”), o, por supuesto, todos esos Empresarios y sus Altos Ejecutivos que ganan 17 veces más que sus empleados y que hacen que se mantengan, a pesar de la crisis, las ventas de joyas, turismos de lujo, chalés, etc., y que estén los puertos de mar atiborrados de yates, para que el embaucamiento esté completo.

Para colmo, todos los citados gozan de un sinfín de privilegios y, lo peor y más ruinoso, son muchos más de los necesarios.

Por tanto, es, se mire como se mire, muy difícil digerir su más que dudoso predicamento.

23/09/08

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