Y AHORA, EL PROGRESO Y EL ESTADO DEL
BIENESTAR… DE ELLOS.
Pasadas las Elecciones Generales (E.G.)
y el consiguiente caldeo de los partidos que se consideran discriminados por la
ley electoral vigente con más que sobradas razones, los que las han ganado se
centran en “el Progreso y el Estado del Bienestar”. Pero, obviamente, no de
todos. Eso no es posible, pues para que ciertas clases sociales progresen y
puedan disfrutar de ese Estado, tiene que haber otras que se sacrifiquen -se
aprieten el cinturón se decía antes- y aporten, con las mínimas
contraprestaciones, ¡estaría bueno!, los recursos necesarios.
Entre los que lo van a seguir
disfrutando –ya lo hacían antes de las E.G.- seguro que están los Empresarios y
sus altos Ejecutivos (las empresas españolas son las segundas que más ganan de
Europa y las que más ayudas públicas reciben, amén de que, en algunos casos, ni
siquiera la Justicia las intimida, sino que, rocambolescamente, absuelve a sus
dueños y representantes de los “desafueros” que cometen); los latifundistas
(alguna, no hace mucho perseguida, ahora condecorada); los Deportistas de Élite
y los Profesionales de la Medicina, la TV, la Música, el Cine, Etc. que, o
tienen acuerdos con Hacienda para que les rebajen la cotización (futbolistas), o
se esconden en su propio domicilio o en Mónaco, Andorra, las Islas Galápagos… o
no presentan declaración de Patrimonio (nueve de cada diez ricos no lo hacen y
evaden sus compromisos fiscales); el Clero (mayormente los que visten de gala
en rojo), para los que acumular riqueza es pecado y, paradójicamente, es lo que
llevan haciendo ellos desde que se “civilizaron” los leones; y, cómo no –perdón si se me queda alguien en el tintero-, los
Políticos sobresalientes y algunos Alcaldes que se creen que lo son, que tienen
un sueldo lo suficientemente alto como para vivir no sólo el Estado del
Bienestar, sino el Estado de Relajación sin ayuda de “Psicologistas” ni
Psiquiatras.
Tristemente (su optimismo y el engaño a
que son sometidos les hace volcarse en las urnas) están los que no van a
disfrutar nunca de ese Estado del Bienestar ni del Progreso, se pongan como se
pongan. Son: los asalariados, los pensionistas (sus sueldos y sus pensiones son
de los más bajos de Europa), los autónomos (trabajan más horas que la mayoría y
tienen imposible conciliar vida familiar y laboral) y, claro, los nueve
millones de pobres que tiene el País (20% de la población, el índice más alto
de la Europa rica). Para todos estos, hasta que haya de nuevo Elecciones:
buenas noches y… buena suerte.
16-03-2008
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