EL
IBI: OTRO CAMPEONATO PARA LA REGIÓN
Más de un badulaque leería con seguridad este escrito sin en
lugar de utilizar en el título la palabra “campeonato” hubiera puesto
“champions”. Pero, ¡que desgracia!, no estoy por los vocablos anglosajones. Por
tantos y tantos vocablos de tal idioma como utilizan en nuestro país cierta
clase política y todo un conjunto de mandrias que porque saben leer y escribir
se piensan que no son analfabetos al hacer uso de cualquier palabro inglés
(generalmente mal pronunciado y mal escrito) para dárselas de moderno y de
“enterado”. No digamos ya los que utilizan los Altos Cargos de la comunidad, y
raro es que al IBI no lo llamen “contribuccions” o algo así.
Para no liarnos, vamos a lo que vamos: los extremeños pagamos
¡106 millones de euros más! de IBI (de la Contribución rústica y urbana) que al
inicio de la crisis. En términos reales un 77% más que antes, de tal modo que
si un contribuyente pagaba 145 € de media, ahora abona 208. Hemos pasado de
recaudar 138 millones en el año 2008 a 244,7 millones en la actualidad. Una
vivienda de cualquier pueblo (Castuera ya se sale con el índice máximo
permitido) resulta que paga, seguramente, lo mismo o más que un piso en Madrid. ¡Increíble!,
pero así es, según parece. Y claro, hay que preguntarse a que es debido que
tales alcaldadas ocurran. Pues miren Vds. (los mandrias no, esos pasan de
todo), lo que ocurre, en mi modesta opinión y teniendo como base precisamente a
Castuera donde vivo, es que no todo el mundo, no todos los extremeños en este
caso, pagaban el citado impuesto… al margen de que las actualizaciones del
catastro “se olvidaban”. En Castuera hay empresas (como una famosa Clínica
ilegal) que no habían pagado nada nunca antes hasta el año 2012/2013 (y tengo
mis dudas de que ya si paguen) y ahora que se están actualizando todas las
Contribuciones (las “contribuccions”, ya saben) la recaudación es muy superior.
¿Por qué ocurría así? Pues no hace falta haber pasado por Salamanca para
adivinarlo: la política “utilizaba” el impuesto para, mediante el cobro a unos
(lo máximo permitido, no hay que olvidarlo) y el “perdón” a otros, fomentar el
clientelismo. Así, por ejemplo, en este pueblo donde vivo, siempre ganaba (y
gana, el Alcalde no quiere oír hablar del IBI ni en su casa, que por cierto,
era una de las viviendas que no pagaba) el mismo partido, aunque
sorprendentemente no sea el de la ideología mayoritaria de sus habitantes.
Lo dicho: el clientelismo y la sinecura, que ahora están
perdiendo chance (¡toma inglés), eran los artificies de la pobre recaudación
que teníamos en todos los pueblos y ciudades; y de golpe, como es aquí habitual, los extremeños, que somos
quienes peor salario y más baja pensión tenemos (sumado a uno de los mayores
índices de paro), nos mantenemos como los españoles que más pagan al fisco
(unos ¡200 €! más que en la demás Comunidades Autónomas) y, como no podía ser
de otra forma, hemos pasado igualmente a ser los triunfadores de la
“Contribuccions League”.
¡Y todos tan contentos! Los Alcaldes y todos los Altos Cargos de
la región con la alforja llena…, y sus niños, entre comillas, “colocaditos”.
Por algo los extremeños somos hijos de los dioses y los mayores conquistadores.
No hay, por más vueltas que se den, quien nos eche la pata encima.
Cuando nos llamen de nuevo a votar, que pudiera ser antes de lo
previsto si no surgen demasiados cagones y golpistas, lo que teníamos que
hacer, los extremeños cuando menos, es “pegarle un punta pie a la urna” y que
toda la “quincalla” mayoritaria ruede por el farallón y no quede ningún individuo, presunto,
miembro de la mandilandinga.
11/10/16
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