POR FAVOR, NO TRATEN DE ENGAÑARNOS
Estoy cansado de ver en ciertas cadenas de TV (lo de la Sexta,
la Cuatro, la Trece y alguna más es de Juzgado de Guardia) y en innumerables
periódicos, sobre todo de tirada nacional, con El País (como no podía ser de
otra forma comandado por D. Felipe González y el Sr. Cebrián) a la cabeza, y algunos digitales, como se tergiversa lo
ocurrido tras las pasadas elecciones generales al insistir e insistir en que
Podemos negó el gobierno al Partido Socialista. Ciertos articulistas y
contertulios antiprogresistas (me apena el Sr. Calleja del que siempre he tenido
un concepto de persona democrática por excelencia), a los que les va muy bien
con este “régimen” basado en la mandilandinga de sus gobernantes, no descansan
un solo día haciendo bueno, discúlpenme, eso que dijo alguien de que “los
malvados se toman un respiro, los tontos no paran nunca”. Pero no es cierto en
absoluto. Fue el Partido Socialista de D. Felipe González y el Ibex el que no
quiso que hubiera un Gobierno de coalición (en el que, como en cualquier país,
se reparten los ministerios proporcionalmente al número de apoyos recibidos)
porque, como ya es habitual en nuestra increíblemente aún incipiente democracia
(más que nada una burda y sicalíptica farsa), no querían gobernar sino mandar
ellos solitos sin que nadie les pudiera estorbar en su contumaz uso de la
truhanería para seguir fomentando el clientelismo que tiene a este país desde
hace casi un año sin gobierno; que, obviamente, pudiera haber sido progresista
con un pequeño esfuerzo dialogante y sin la demagogia que la mayor parte de
políticos utilizan de la forma más descarada que en democracia alguna se
conoce, muy especialmente un gran conocido de todos los extremeños como es el
Sr. Ibarra, D. Juna Carlos, que quizás algún día nos tenga que dar algunas
explicaciones sobre sus grandes amigos el Sr. de los Anillos y el Sr. de los
Hierros, el famoso Diputado sobrino y heredero de la fortuna de este último en
gran parte conseguida con el sudor (y algunos que otros impuestos) de la clase
obrera extremeña, y también, quien sabe, si del Sr. Bosé (cantante muy
conocido) y algunos que otros Consejeros y Directores Generales de los muchos
que han pasado por sus gobiernos. Lo de los Eres y los Cursos de Formación (por
cierto inventados por Felipe González para hacer displicente el sindicalismo
que lo acuciaba) de Andalucía, puede que también signifiquen eso de “cuando las
barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar” próximamente en
Extremadura.
Lo dijo hace más de dos mil años Aristóteles: “La corrupción de
la democracia es la demagogia”.
Los socialistas de verdad (más del 80% de la militancia no
quiere la abstención) no se merecen que sus dirigentes, de la forma más
demagógica y, por tanto, más engañosa, estén intentando meterles en la cabeza
(y no sólo a ellos sino a la mayoría de los españoles bien pensados), una y
otra vez, que no gobiernan porque Podemos se lo impidió. No, eso no es cierto.
Por favor, no traten de engañar y de engañarnos con lo que servidor llama (así
figura como título en su blog) “la demagogia del alacrán”. Esa demagogia que,
si no surge una gran sorpresa mientras escribo esta humilde misiva, nos va a
poner en el gobierno a los mismos que ya estaban; que, dicho sea de paso y sin
ninguna animadversión, porque así lo quieren -y les interesa- a alemanes y
franceses preferentemente, dudo mucho que puedan variar en nada sus políticas
económicas y sociales tan vulnerables para las clases más desfavorecidas que
las están sufriendo en este país y muy especialmente en Extremadura; que, si
mal no recuerdo, anda ya por casi el 40% de pobreza relativa, y por no tener
nada, nada de lo que enorgullecerse, reina en España por obra y gracia de
muchos políticos (incluidos los propios nuestros) como la región con los peores
ferrocarriles y vías del siglo XIX. Otra
desvergüenza más que añadir a las muchas ya existentes. Aquí el progreso no va
llegar nunca…, el de los ciudadanos, claro; el de los políticos llegó hace ya
casi cuarenta años de la mano de un nutrido grupo de bellacos politicastros que
han ido abdicando en sus incondicionales que zarrapastrosamente que les habían
estado mucho tiempo “limpiando los zapatos”.
Por cierto, todos esos políticos de renombre e ilustres
apellidos de nuestra, hasta ahora, “inicua democracia” (con el Sr. González, D.
Felipe y el Sr. Guerra, D. Alfonso a la cabeza, para vergüenza de cualquier
socialistas que se preste de serlo de verdad) que no paran de manifestarse
desde “la reserva”, deberían demostrar
una mínima dignidad y estarse en sus casas y calladitos porque tienen una deuda
muy grande con este país: fueron elegidos para hacer real la democracia, como
grandes demócratas se nos presentaron, y nos pagaron convirtiendo ésta en un
gran conglomerado que ha inundado las administraciones públicas (con perdón) de
galfarros y bajamaneros. Y si no, en lugar de tanta charla y tanta conferencia
donde, lógicamente, no son medianamente recibidos, que no expliquen a los
españoles abiertamente (porque puede que sean responsables directos) que ha
pasado para que anden perdidos en Andalucía casi ¡6.000 millones de euros! entre
sus “adláteres”; como España, que ellos dos han gobernado muchos años, tiene
¡90.000 millones de euros anuales! de Fraude Fiscal; quien o quienes se han
embolsado esos ¡26.000 millones de euros! que el Banco de España da ya por
perdidos y que fueron prestados a la Banca (luego más adelante aparecerán
perdidos también el resto, otros tantos o más); los más de ¡40.000 millones de
euros! que se volatizan cada año con la economía sumergida; los miles y miles
de millones que se pierden para fomentar el clientelismo no cobrando el IBI
nada más que a los incautos que no se enteran de nada; etc.; etc. Resulta
alucinante, pero es lo cierto de nuestra mal llamada democracia: pronto habrá
que acondicionar los polideportivos (en Andalucía es posible que haga falta el
Estadio de la Cartuja) para que quepan todos los imputados (o investigados, que
lo mismo da) para poder celebrar los juicios de tantos miles de chorizos como
estos tiempos nos han deparado. Entre los Alcaldes de todo el país es raro que
alguno se pueda salvar de no estar implicado en algún delito de Prevaricación,
Malversación de Caudales Públicos, Tráfico de Influencias, Fraude y Exacciones
Fiscales Ilegales, Cohecho, y cientos de delitos de los que aparecen en el
Código Penal o, en menor medida, en otros Códigos Judiciales. Mucha gente,
demasiado para el tiempo que llevamos… y no hay que olvidar a “colaboradores”,
familiares y amigos que han participado sin los más mínimos escrúpulos en el
desfalco, juntos, como no, a un sinfín de militantes y “asesores” elegidos a
dedo que sólo han hecho aprovechar la coyuntura.
23/10/16
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