REVISIÓN
CATASTRAL: LOS OTROS “DRONES”
Según se ha publicado en la prensa
regional, una vez más, Extremadura es la campeona de las “irregularidades”. En
esta ocasión se trata del Plan de Regularización Catastral puesto en marcha por
el Gobierno de España en el 2013. Para no agobiar con datos y más datos, sólo
diré que las antedichas “alteraciones” son en esta CCAA del 13,05%, como no
podía ser de otra forma, muy por encima de la media nacional que es del 8,62%.
¿Y por qué ocurre este sin sentido? ¿Por qué los extremeños somos “diferentes”
al resto de los españoles cuando lo más lógico, en razón de la diseminación, la
amplitud de nuestra tierra y bajo índice habitantes por metro cuadrado, debería
aportar los datos totalmente contrarios? Trataré de explicarlo sin olvidar que
lo que voy a decir es única y exclusivamente una opinión.
Es muy fácil: en la mayoría de los
pueblos de esta tierra no se hacen en tiempo las revisiones catastrales que la
ley ordena. Los ciudadanos desconocen tener obligación de comunicar los cambios
en sus viviendas (aparte de que ya lo hacen cuando solicitan al Ayuntamiento un
permiso para acometer cualquier obra o modificación de su vivienda) y los
Alcaldes pasan olímpicamente para no verse “castigados” con la falta de votos
por las exigencias económicas que conllevan las actualizaciones catastrales.
Del IBI rural (incluidos los latifundios) mejor no decir nada. Para que se
hagan una idea de cómo se funciona por estos lares -no sólo con el IBI sino con
muchos más impuestos locales- sólo les diré que en el pueblo en el que vivo,
Castuera, se han perdido en la última década cerca de ¡dos millones de euros!
de recaudación de impuestos (la mayor parte correspondientes al IBI), y estamos
ante el caso de que dentro de unos años “nos volarán” aproximadamente otros
¡tres millones de euros” de la misma forma (consultar el BOP del 23 de
noviembre de 2015 para salir de dudas).
Es, con perdón, una auténtica
desvergüenza: hay en Castuera (y supongo que lo mismo o parecido ocurrirá en
los demás pueblos) empresas importantes que, al parecer, no ha pagado nunca
Contribución (IBI) ni otros impuestos locales, sin que el Ayuntamiento pueda
alegar desconocerlas. Y en el mismo caso están muchos ciudadanos a los que no
se les exigían los impuestos (por supuesto, la Contribución incluida), se
supone, para no perder su voto y así obtener casi siempre mayoría absoluta en
cualquier tipo de elecciones como es el caso de esta población. Y, para
terminar, el colmo de todos los colmos: la vivienda donde reside y ha residido
desde que vive en Castuera el actual Alcalde llevaba desde el año 2007 sin
abonar el IBI… junto a la mayor parte de los edificios oficiales incluido el
propio del OAR.
“Políticos”, como el actual Alcalde de
aquí, son los otros “Drones”, los de carne y hueso que “sobrevolaban”
Extremadura; obviamente, “Drones” muy poco de fiar.
11/08/16
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