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viernes, 7 de octubre de 2016

¿HONOR? NINGÚN HONOR (Y II)


¿HONOR? NINGÚN HONOR (Y II)

 

Bueno, seguimos hablando de honor que es en lo que estábamos. Pero ahora, como dije al final de la primera parte de este escrito, del honor de los que nos habían hecho creer que tenían más que nadie y…

Así pues, analizando algunos aspectos de la economía (¡vaya atrevimiento!) que es, ha quedado claro, al fin y al cabo, lo que más nos importa, nos encontramos con que, con los socialistas en el poder (los paladines del honor), la recaudación del Erario correspondiente a las Grandes Empresas por el Impuesto de Sociedades no alcanzaba apenas el 8% en lugar del 35% legal, y en ese mismo caso estaban todas las Empresas que facturan 150 millones de euros e incluso menos. La Banca en particular, ha constituido todo un saqueo público como jamás se podría haber imaginado, pero eso ha ocurrido con el socialismo gobernando igual que ahora, dado que alguien tenía que pagar sus condonaciones. Unos 65.000 millones de euros (sin contar, supongo, los ¡11.000 millones! “regalados” al BBVA recientemente) parece que nos ha costado, de momento, a los españoles “reflotar” a los expoliadores que, reitero una vez más, encima nos compran con nuestro propio dinero Deuda Pública y se ganan el 2, 3, 4 ó 5 por ciento; lo que, sin duda, es el mejor negocio en ningún tiempo imaginado. De ahí que importe poco o nada a los Estados el aumento desmesurado de su Deuda; si llega el caso (los argentinos están en un tris), no se paga y santas pascuas.

La crisis inmobiliaria no es de nadie más que suya, porque lo de las Cajas de Ahorro ya me dirán Vds. quien lo “controlaba”, y ahí estaba la base del despilfarro y la rapiña inmobiliaria que ahora estamos pagando entre todos; y gracias que perdieron, sino no queda un pensionista ni un ahorrador sin pasar por la desgracia del timo consentido de “las preferentes”.

Los casos de corrupción en las obras públicas están patentes en todos los pueblos y ciudades del País, incluidas las aldeas. Edificios sin ninguna utilidad que no sea quizás la de poner  el cazo están en todos lados. No hay un pueblo en el que no se haya denunciado algo mal hecho. Se ha construido una escuela, sirva como ejemplo, con capacidad para cien o más alumnos en un pueblo de menos de trescientos habitantes donde solo hay trece o catorce niños en edad escolar… claro que, a lo mejor pensaron en la Junta que lo que había pedido el pueblo era un Instituto.

Pero además, el socialismo ha controlado como nadie el Salario Mínimo Interprofesional (el tercero más bajo de la Europa desarrollada, inferior a la mitad del francés por ejemplo) para hacer el juego a las Grandes Corporaciones (que los “acoge” luego) controlando el estipendio para que aumenten desmesuradamente los beneficios (el lujo aumenta así cada año más de un 25% a pesar de los “déficit”). Y de esta forma, con el socialismo, paradójicamente, se han forrado en todos los Consejos de Administración mientras los empleados pagaban las consecuencias de la implantación de la moneda alemana (también llamada euro) perdiendo la mitad como mínimo de su poder adquisitivo. Aparte, con el socialismo se permitió el auge sin control de las SICAVs  y los SIF Luxemburgueses (que ellos introdujeron) para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres que, obviamente, sin recaudación del Erario sentían en sus propias carnes el deterioro de todo tipo de servicios públicos y, consiguientemente, el aumento de sus impuestos permitiéndoles a unos no cotizar y a los otros “corriéndolos a palos” con el peor de los peores IRPF de toda la Europa desarrollada y la mayor presión fiscal con el peor de los devengos (la media del de Extremadura no llega apenas a 13.000 euros, pero, eso sí, hay diez mil millonarios y durante la crisis no paran de venderse Audis, BMWs y Mercedes y no hay ningún político -y pocos familiares- en paro). El honor de los paladines del honor. Amén.

Casi todas las empresas del Ibex-35 tienen filiales en paraísos fiscales: España pierde cada año ¡90.000 millones de euros! de recaudación por la evasión fiscal (¡menuda Sanidad y Educación podríamos tener con tan solo la mitad de ese dinero!) y de eso no tienen culpa los que acaban de llegar; o, cuando menos, no la mayor parte de culpa, que es, sin duda, del fascismo con careta de izquierda del socialismo. Incluso a la propia España se la ha llegado a definir como uno de esos paraísos fiscales (aquí cuando tiene “problemas” cierta clase -no hace falta decir cual- se saca la política una amnistía fiscal y andando… a seguir defraudando que es gerundio). Es una vergüenza que con mayoría de gobiernos de corte progresista, según su auto-denominación, el País esté lleno de mercachifles y especuladores como el Sr. Botín que “regulariza” sus depósitos con la mayor tranquilidad del mundo y a un precio irrisorio mientras los desahucios se multiplican y la clausula “suelo” (y un sinfín de clausulas abusivas por las que nos han llamado la atención en Europa) hace estragos en las hipotecas.

Las mafias balcánicas, latinas y orientales -entre otras- proliferan sin control y campan a sus anchas a lo largo de parte de nuestras costas y nuestras grandes ciudades. Así, pronto habrá tantos ricos afincados (sin aportar nada ni dar ningún empleo digno y sin cotizar un chavo) como desempleados del INEM. El fiel de la balanza…, como corresponde.

Con el socialismo gobernando ni siquiera existía una ley de transparencia, que tienen, según he oído, hasta en Albania. Y con el socialismo gobernando más de 25 años en Extremadura, la región más pobre de España, ni siquiera se había establecido una “renta básica” que tenían casi todas las CCAA del país; lo que demuestra claramente cuanto no han pensado los socialistas en los pobres y en los más desfavorecidos. El socialismo español, de manera verosímilmente vergonzosa, se ha comportado acorde con el famoso refrán: “de pobres y chismes viejos, lejos”. Su patente “falta de escrúpulos” alcanzó límites inimaginables (recuerden el Estatuto del Ex Presidente Ibarra), y todo tipo de privilegios afloraron en un mare magnum de Organismos  y Empresas Públicas de cualquier ramo. Según parece, o eso es lo que se dice, hay cinco Organismos en Extremadura sólo para los jóvenes y el deporte; y hasta 69 Empresas Públicas creo que se contabilizan en nuestra CCAA, una de las cuales se creó para la Expo de Sevilla y, según creo, sobrevive aún. Ignoramos para qué viendo donde queda ya la Expo, pero como también tenemos “un Observatorio Financiero” (que controla el Wall Street extremeño), no sorprende mucho la machada.

En fin, el socialismo no ha sido otra cosa que una auténtica pesadilla para la economía del país y un chollo sin límites para sus dirigentes. En su mayoría, han pasado del “chozo” al chalet sin acordarse para nada de “sus obreros”. Lo de los ERE de Andalucía es una muestra clara de cómo ven las cosas las cúpulas socialistas. Ya veremos si algún día no aparecen otros “casos más gordos” en otras comunidades donde han estado muchos años como Extremadura o Castilla la Mancha. El 75% de las ayudas que se conceden a las PYMES anualmente se adjudicó, no recuerdo el año, a una sola Empresa en Extremadura (una conquista sin igual), algo que sorprende al más pintado; y ese es sólo un pequeño dato publicado como cierto en la región de los Conquistadores, donde -se dice- nacen los dioses…, y no es de extrañar.

Pero claro, ahora, en las próximas elecciones, vendrán estos desvergonzados fascistas con careta de “progres”, los adalides del honor, y nos hablarán de “igualdad ante la ley”, “justicia distributiva”, “igualdad de género”, “fiscalidad progresiva”, “reducción de las desigualdades sociales”, “pleno empleo”, “lucha contra la corrupción empresarial y política”, “coto a los abusos de la Banca”, “lucha contra las estafas de las Compañías de Servicios”, “erradicación de los privilegios para sí y sus amigos y familiares”, “justicia gratuita eficaz”, “total respeto por las leyes y las mayorías que se derivan de la democracia”, “luchar contra el enriquecimiento a costa del Estado”, “lucha contra la mala redistribución de la riqueza”, “evitar la duplicidad de Organismos”, “corregir el sindicalismo displicente y corrupto”, etc., etc., etc., y todos los etcéteras más que se les ocurran.

Mas, no olviden esto: “si los líderes no son socialistas -que en España no lo son, como está más que demostrado- no hay ni socialismo ni socialdemocracia”, que, dicho sea de paso, ni siquiera en los Países Nórdicos está resultando como se esperaba. La socialdemocracia, como cualquier otra forma de gobierno, es igual de propensa a la corrupción; y si alguien lo duda, que mire y compruebe como medio mundo “socialdemócrata” está corrompido. Organismos mundiales tan representativos  como el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional están, como no es necesario explicar porque lo sabe todo el mundo, dirigidos por individuos e individuas acusados de corrupción. Si los líderes (¡vaya honor de mis nar…!) sólo piensan en su propio beneficio y el de los suyos sólo hay fascismo, desorden, hambre, sinecura, fiscalidad para pobres, explotación laboral, mala educación, sanidad deteriorada, servicios sociales en retroceso, ladrones de todos los calibres, abusos bancarios y empresariales, deterioro del tejido productivo, partidismo descarado en las ayudas empresariales, funcionariado deficiente e improductivo y corrupto, despilfarro, excesiva publicidad y propaganda (la Junta de Extremadura gastaba con Ibarra 8.000 € diarios en publicidad y propaganda), duplicidades institucionales de todo tipo, injusticia e indefensión para quienes no pueden pagarse un abogado, legislación dictatorial y a conveniencia, ley electoral al gusto de un par de partidos para gobernar siempre ellos, un sinfín de estafadores que aprovechan la política para llevar a cabo sus fechorías mediante comisiones fraudulentas, mala educación laboral y falta de productividad, delincuencia incontrolable, corrupción policial, libre albedrio para ricos y poderosos, aumento de la riqueza a costa del aumento de la pobreza, indultos para todos los ladrones de guante blanco y todos los políticos corruptos y timadores de gente humilde y decente, señoritos sin cuna, pobres hartos de pan, fanáticos de todo tipo y para cualquier cosa, horteras al por mayor, adolescentes y menores asiduos al alcohol y al sexo sin control de ningún tipo, incultura generacional y analfabetos que saben leer y escribir, irracionalidad generalizada, el engaño como sea por modelo social, bajada de salarios y subida de precios, favoritismos y privilegios para cualquier mamarracho que ha conseguido un puesto político arrastrándose y arrastrando a su familia, fiscalización de pobres (el trigo al doblado del comité), y más y más y más. Retraso en lugar de progreso en definitiva.

Pues bien, analicen los más de 25 años de socialismo de garrafa en Extremadura y comprueben si no ha ocurrido algo muy parecido a lo anterior. Porque la ideología no cuenta para la gente que no tiene principios; ya que, la trasmochan para su conveniencia y para que el bipartidismo le de cobijo al fantasma de la degeneración. El honor de los “caballeros del honor”.

Para ir acabando. Sin el mínimo decoro, los fascistas con máscara de socialistas han tratado, probablemente, de implantar la “curtura” del verbo robar y especular. Es decir, han querido hacer de España, si a mano viene, un país de especuladores y ladrones donde la gente humilde y decente está condenada a la exclusión social. O sea, dos clases sociales bien diferenciadas: la de los ricos y poderosos, y la de los que los tienen que servir por un trozo de pan y morcilla, la de  los pobres de solemnidad.

 En Extremadura, en la mayor parte de sus pueblos y ciudades, donde la “socialdemocracia” -es un decir- ha gobernado casi la totalidad del periodo democrático, esto, al igual que en el resto de España, es lo que nos ha dejado y tenemos que agradecer por su “conciencia”: empeoramiento en servicios y prestaciones sociales, pensiones públicas (las más infames del País), poder adquisitivo (también el más inferior del País) y salarios (obviamente los más exiguos de España), educación (a la cola de la cola), sanidad, justicia (con la gratuita dan ganas de llorar) y, por descontado, estado del malestar entre otros menesteres; e, “increíblemente”, como las demás, es también de las Autonomías que ha ganado en corrupción, indecencias, estafa, opresión, desvergüenza, injusticia, desempleo (en esto estamos siempre entre los más celebérrimos), mala educación y falta de respeto, etc., y mil etcéteras más... y, cómo no, no cesan de aumentar en ella los millonarios al igual que en el resto de España.          

Es el honor de los que presumían que tenían más que nadie: NINGÚN HONOR.

29/08/14

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