ENTRE EL HONOR Y EL DINERO…
Como
ya sólo quedan siete u ocho meses para las próximas Elecciones Municipales, los
posibles candidatos parece que han empezado la “batalla”. ¿La “batalla” por el
honor de representar a la gente de tu pueblo o la “batalla” por ocupar un
puesto que te reporte pingües beneficios? Mas que difícil resulta aceptar que
pueda haber quien va por cada una de estas opciones, obviamente, porque el honor y la política -como se ha podido
comprobar en todas las épocas- son prácticamente incompatibles. Pero aquí en
Castuera, parece ser que los dos “bandos” principales van cada uno por una de
las dos: el de los Populares, con un “chaval” joven que da la impresión de estar
más interesado en la representatividad -vamos a olvidarnos del honor sólo por
un momento- y en hacerse un hueco como político “honesto” y trabajador, aunque
luego Dios dirá, que dirá, denlo por hecho, lo que hasta ahora ha dicho de casi
todos (y claro, entre comillas lo de honesto, pues me cuesta mucho admitir que
tal figura se pueda dar en una clase que
está totalmente corrompida, me atrevería a decir, desde el principio de los
tiempos); y el de los Socialistas, con un politicastro (a tenor de los hechos
incuestionables que demuestran su caciquil manera de entender la política como
podrán comprobar más adelante) que se hace pasar por socialista, pero que,
probablemente, no es sino un fascista representante genuino de eso que los de
Podemos llaman “La Casta”, que dicho sea de paso, y para los que desconocen el
término, no tiene políticamente otro significado que corrupto, inmoral,
depravado, untado, mafioso, tramposo, defraudador, embustero, etc., etc.
O
sea, dos individuos de, al parecer, “distinto pelaje”: uno, el de los
Populares, que, al menos hasta ahora, ha demostrado una gran capacidad de
trabajo y un comportamiento apaciguador y siempre en pro de la mayoría
(reitero, luego Dios dirá…); y otro, el representante -sin duda, a mi parecer,
equívocamente elegido- de los Socialistas , que da la estampa irrebatible de
tener claro que “entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero”.
No
sé lo que pensará la gente de Castuera cuando lea un boletín del PP que hace
sólo unas horas ha caído en mis manos y en el que se dice, entre otras muchas
cosas (referido al ex Alcalde socialista Francisco Martos y al IBI), lo
siguiente que copio literalmente: “sobre el IBI, lo único que se ha hecho es
actualizarlo para que pague todo el mundo, que es lo más natural, Y NO SE
OLVIDEN INTERESADAMENTE MUCHOS RECIBOS DE PERSONAS AFINES, ¿no es eso lo que
vosotros predicáis?, ¡por cierto Paco! además de intentar poner a la gente en
contra del Partido Popular con mentiras, sería conveniente que le informaras a
la persona responsable de pagar los impuestos de la casa donde tú vives, que
desde el año 2007 están pendientes de pago las PLUSVALÍAS QUE ESTABAN
ESCONDIDAS EN UN CAJÓN PARA QUE MISTERIOSAMENTE CADUCARAN, HASTA QUE LLEGAMOS
NOSOTROS Y LAS ENCONTRAMOS, LO MISMO QUE LAS COCHERAS QUE ESTÁN DEBAJO DE LA
CASA DE LA CULTURA, DONDE EL PRESIDENTE LOCAL DEL PSOE TIENE DOS, LO MISMO QUE
LOS SOLARES DETRÁS DEL NUEVO EDIFICIO DE MANCOMUNIDAD DONDE TU
EXSECRETARIA PARTICULAR Y LOS HIJOS DEL
PRESIDENTE LOCAL DEL PSOE TIENEN PROPIEDADES Y TAMPOCO TRIBUTABAN, esto es así
desde que tú eras Alcalde, dinero que estabas quitando a todos los castueranos.
TE LO RECORDAMOS PORQUE ÚLTIMAMENTE ESTÁN MUY DE MODA LOS OLVIDOS O LA FALTA DE
TIEMPO PARA REGULARIZAR LAS DEUDAS CON EL FISCO”
Desconozco
que tipo de delito exactamente supone “la hazaña” del ex Alcalde socialista -lo
de socialista es un decir- según el Código Penal (¿puede ser el artículo 432 o
433 referido a la malversación de fondos públicos?), pero tengo claro que
pienso hacer eso que se llama una “ampliación de la denuncia” para que la
justicia lo tenga presente cuando llegue el momento de dilucidar la ya
presentada por: “concesión de licencias de obras sin proyecto”, “permitir
negocios sin la correspondiente licencia municipal” (en un caso, que se sepa,
casi evidentemente, para beneficio propio y de su familia), “utilización de
terrenos calificados de zona verde para construir”, “mantenimiento de contratos
en fraude de ley”, “apropiación, según parece, de terrenos de propiedad pública
para favorecer a un familiar”, “apropiación de terrenos de propiedad privada
sin autorización de sus dueños”, etc., etc. Aparte de que espero que “ya
puestos”, la justicia investigue ese montón de “cosas” que a pesar de no haber
sido denunciadas por mí (desconozco si alguien si lo ha hecho) están ahí. Como
ocurre, por citar algunas, con el “capado” de los ordenadores que refirió el
actual Alcalde cuando inició su mandato; con la “limpia” de papeles al
marcharse (hay quien, parece ser, vio como se llenaban dos coches desde la
puerta del Ayuntamiento); o, según se habla en el pueblo, con los fondos
llegados al Consistorio para el Puente de Badija y la Plaza de Toros. Eso,
suponiendo que no haya más cosas -es muy probable- que tanto un servidor como
la gente de Castuera ignora, pero que, a buen seguro, la policía alumbrará si
la “bola” empieza a rodar.
Es
por todo ello que, tanto el Partido Socialista de Extremadura como sus propios
compañeros de Castuera, deberían obligar a este “fenómeno” a que se esconda donde
no lo vea nadie por la deshonra que supone tenerlo entre ellos. Siempre
suponiendo que no haya antes intervención de oficio de anticorrupción y nos
ahorre a todos “preocupación”; aunque eso, como es fácilmente entendible por
cualquiera, improbablemente ocurrirá en esta tierra cuando es la clase política
la implicada en el entuerto, ya que, sabido es, goza de cierta impunidad en la
mayoría de las ocasiones. Y más si hablamos de gente de la formación que ha
gobernado -más bien ha mandado- cerca de treinta años sin ningún tipo de
control de ningún tipo. Se masca sin el menor esfuerzo que el Sr. Ibarra y
compañía de los mártires lo han dejado todo “atado y bien atado”. Pero se
barrunta que está próxima la hora de que algún libertino sea desenmascarado; pues,
como me ha recordado un excelente articulista que dijo Lincoln, “puedes engañar
a todo el mundo algún tiempo; puedes engañar a algunos todo el tiempo; pero no
puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
¿Hay
alguien que dude todavía en Extremadura que estos políticos que se ponen en la frente el cartel
de “progresistas” no son sino una panda de “misoneístas”? Pues, quizás si…
ellos mismos.
Dicho
lo dicho, es muy probable que en Castuera no haya “batalla” electoral. O que,
al menos, no sea entre los contendientes que estaba previsto, puesto que está
claro que para uno de ellos “entre el honor y el dinero, lo segundo es lo
primero”, y eso, junto con la presunta “malversación de caudales públicos”, la
ciudadanía no lo puede de ninguna manera admitir.
Y para
terminar, aprovechando este escrito, algo que no viene a cuento del mismo, pero
que quiero decir cuanto antes a los que me leen: mis más sincero agradecimiento
a todos los que comentan mis escritos (lástima que sean tan pocos); estoy
abierto a todas las críticas aunque algunas sean anónimas (de cobardes) y, por
supuesto, contrarias a mi pensamiento, pero no voy a admitir, y lo voy a poner
en conocimiento de los tribunales de justicia, que se mienta con total descaro,
escondido en el anonimato, sobre la actividad que desarrolla mi hijo legalmente
sin ninguna subvención por dicha actividad (no como lo hacen otros protegidos
por la política) y sobre la incapacidad total concedida a mi esposa por el
tribunal médico correspondiente como consecuencia, presumiblemente, de los
abusos y esfuerzos a que fue sometida mientras trabajó en la Residencia de
Mayores de Castuera explotada por el Ayuntamiento con gobierno socialista.
Hasta el punto de que se tuvo que someter a un tratamiento psiquiátrico por
motivos laborales que superó sin más cuando fue dada de baja en su trabajo y
dejó de ser puteada por un individuo producto de la sinecura socialista local.
Que
no lo olvide nadie: cuando se insulta o se difama o injuria escondido en el
anonimato, el que lo hace sólo denota que es un servil y, en la mayoría de los
casos, también un cornudo.
03/10/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario