¡QUÉ SUERTE SER EXTREMEÑO!
No
se trata de una reacción hiperbólica. No es ninguna exageración. Es la pura y
cruel realidad de esta tierra. Nos ocurre a los extremeños algo parecido a eso
que dijo Albert Einstein: “Cuando las leyes matemáticas se refieren a la
realidad no son ciertas y cuando son ciertas no se refieren a la realidad”. Si
comprobamos los Presupuestos de la Junta de Extremadura para este año, veremos
cómo lo de Einstein casi lo cuadra. Por un lado eliminamos el Consejo
Consultivo dotado con 600.000 € y lo sustituimos por “La Comisión Jurídica de
Extremadura” que cuenta con más de 900.000 €. Es decir, la ley de la realidad
matemática no es cierta, es una añagaza que sólo puede entender alguien que sea
necio…, o se haga el tolondro por conveniencia.
En
los Presupuestos de que hablamos, se recorta en Sanidad, Educación y Cultura y
violencia de género: En Sanidad se reducen en 147 el número de trabajadores
mientras se amplían los cargos políticos en 90; la partida de la lucha integral
contra la violencia de género se reduce un 24%; Educación pierde 3,3 millones
de euros y se le asignan 41 millones a la educación privada; y por último, la
inversión en Bibliotecas se reduce en 2,5 millones de euros (si no leen no
saben, si no saben no preguntan…, pero votan) y la dotación para el SEXPE es la
misma del año 2011.
Por
decir algo más de los Presupuestos. Expresiones como: “es habitual que cada día
se realicen cambios en los Presupuestos sin tener en cuenta la voluntad
parlamentaria” (pues, ¿para qué presupuestar entonces?) dicen sin más
apelativos la suerte que tenemos los extremeños, que para colmo, por lo visto
en lo que va de democracia, “practicamos” la necrofilia ideológica, o sea, el
amor ciego por las ideas muertas. Si no fuera así, gobernarían otros y
viviríamos en una región con bastantes menos Instituciones deliberadamente
diseñadas para tomar el pelo a los inocentes.
No
hay duda: la reacción hiperbólica, en cambio, si es inherente a la política de
esta CCAA, más cerca del esperpento que de la realidad:
la definen un 44% de habitantes en el umbral de la pobreza, un 30% de paro
estructural, la renta más baja de España desde 1982, un 60% de empresas sin
trabajadores, un 2% de la población nacional en regresión que envejece y emigra
y está desequilibrada territorialmente, una producción en retroceso que
representa aproximadamente el 1,4% del PIB nacional desde 1983, una saturación
funcionarial consecuencia en gran parte del clientelismo político, un comercio,
una agroindustria, un turismo y una agricultura, que junto a una industria
inexistente no pueden cambiar el deprimente panorama socioeconómico regional,
una incapacidad recaudatoria, una precariedad laboral generalizada que supone
que el 25% de los trabajadores sean pobres…, ¡Qué suerte ser extremeño!
09/03/16
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