PAGAR LOS IMPUESTOS
Hablaba
hace unos días la Vicepresidenta del Gobierno -haciendo referencia a un
dirigente de Podemos- sobre la necesidad de pagar los impuestos para que se
puedan sufragar los gastos en Sanidad y Educación del Estado, entre otros
menesteres. Tiene mucha razón la Sra. Vicepresidenta: Todos debemos cumplir con
el Estado; pero, para que el “contrato
social” se pueda cumplir, no puede haber excepciones, y el Estado no
puede faltar a su parte del mismo recortándoles derechos y prestaciones a unos
ciudadanos y protegiendo a otros. En casos (la mayoría) propiciando la
corrupción; y de manera “tramposa” en multitud de ocasiones con esa fórmula que
los americanos llaman “Honest Graft” y que significa “corrupción legítima”.
La
Sra. Vicepresidenta se ha olvidado de que todos los Diputados y Senadores sólo
están obligados a declarar una parte de sus emolumentos, lo que los convierte
ante el Erario en trabajadores de segunda o tercera fila. Es decir, ¿si quienes
deberían declarar una cantidad, pongamos sesenta, setenta u ochenta mil euros o
más sólo tienen que declarar entre veintitantos mil o treinta mil euros, como
vamos a mantener la Sanidad y la Educación? Pero eso no es todo, Sra.
Vicepresidenta, porque las Grandes Empresas (todas las del Ibex incluidas, en
las que sus Consejeros ganaron el pasado año un 22% más), las Grandes Fortunas
(tenida en cuenta, supongo, la de los herederos de la Sra. Duquesa de Alba
-qepd- que sólo refleja algo menos del 3% de los 3.000 millones que al parecer
poseía) y la Banca (rescatada por todos sin que ello haya supuesto aminorar
mínimamente su descomunal usura) defraudan cada año alrededor de ¡90.000
millones de euros!; y Su Señoría recordará, como corresponde a su magnífica
memoria, que nuestra Economía Sumergida -en aumento- va por el 24% del PIB,
unos ¡240.000 millones de euros! que se escapan al control de la Agencia
Tributaria. ¿No cree Vd. Sra. Vicepresidenta que con sólo parte de esos dineros
podríamos financiar una Educación y una Sanidad Públicas de una calidad
excepcional?
Por
último: Si en mi pueblo, según se dice, no se pagan los impuestos de la casa
donde vive el ex Alcalde y su familia y tampoco los de parte de sus
correligionarios, y si un grupo de personas (bastante amplio, al parecer) no ha
tenido necesidad de pagar el IBI nunca, y posiblemente otros impuestos,
¿quiénes van a mantener el Centro de Salud, los Institutos y los Grupos
Escolares con un nivel estimable? El “contrato social” implica pagar impuestos
para recibir servicios esenciales, eso
es incuestionable. Que los paguen unos y otros no es, por supuesto,
sencillamente deplorable e insolidario. Que haya a quienes no se les exigen es,
sin más, CORRUPCIÓN PÚBLICA, y quienes la cometen deben pagar por ella.
22/03/15
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