Julián Molina Illán 07/11/2024
Carlos Mazón amenazó en campaña con eliminar la UVE (Unidad Valenciana de
Emergencias), así como la AVCT (Agencia Valenciana del Cambio Climático); le
molestaban. Otros derechistas neoliberales del Partido de los Poderosos han
tenido y tienen otras prioridades (atacar la sanidad, como Juanma Moreno, la
educación, como Isabel Díaz Ayuso, o los naranjos de la Glorieta de Murcia,
como Ramón Luis Valcárcel…) pero a Carlos Mazón, un negacionista del cambio
climático, le molestaban estas dos unidades y las consideraba “chiringuitos”.
Sus argumentos iban dirigidos en el sentido de la duplicidad, la
improductividad, y el conflicto de competencias con el cuerpo de bomberos. Si
fuera así, tendría razón y estas unidades sobrarían. Pero es que no es así.
Hablaba Mazón, refiriéndose despectivamente a la UVE, en términos de lo absurdo
que era “tener gente en los despachos” en vez de emplear ese dinero en fortalecer
a los bomberos “auténticos” de Valencia. La UVE no debe ser jamás una unidad
cuyo protagonismo esté en los despechos, ni debemos pensar que su bajo nivel de
actuación haga de ella algo improductivo. Es lo mismo que el ejército: cuando
no es necesario pareciera un gasto inútil. Cualquiera diría que estamos
“alimentando vagos” … hasta el día que se necesita y entonces decimos “bendito
sea el ejército”. Lo que efectivamente no tiene sentido es tener una unidad
especializada en emergencias en cada comunidad, como no lo tendría tener un
ejército en cada comunidad. Lo razonable sería una UCE (Unidad Central de
Emergencias) centralizada y que actuara allí donde hiciera falta, incluso con
carácter preventivo cuando hay situaciones de amenaza. Hablamos de una unidad
altamente especializada de unas sesenta personas constituida por personal
médico y de enfermería especializado en emergencias, personal de bomberos con
la misma especialización, algún policía y militar especializado, y personal de
oficios como electricidad, fontanería, mecánica, carpintería, etc, todos
dispuestos a actuar en unas pocas horas e ir dónde se les necesitase en todo el
territorio nacional. Creo que esto sería muy barato de mantener y
extraordinariamente rentable. Piénsese en lo difícil que resulta tomar
decisiones en situaciones de shock por parte de personas que no están
preparadas para ello. Un equipo especializado se haría cargo de la situación en
el acto y evitaría auténticas catástrofes. Creo que una unidad de este tipo no
existe… ¿cómo es que no se le ha ocurrido a nadie? Porque la Unidad de
Emergencias del Ejército, mejor no nombrarla. Solo había que ver a los zagales
y las zagalas tratando de menear el barro con un rastrillo para darse cuenta de
que no tienen ni puta idea. Voluntad sí, pero idea ninguna.
Ha resultado especialmente sangrante oír a Carlos Mazón, después de haberse
escondido detrás del rey para que no le cayeran las hostias, hablar de que él
no es quien para hacer “valoraciones políticas” de la situación. Claro, sobre
todo porque la valoración política conlleva su dimisión en el acto. Carlos
Mazón es quien, debido a sus políticas privatizadoras cuyo fin es trasvasar
dinero público, de todos, al sector privado para beneficio de unos pocos, ha
eliminado la única unidad especializada y de respuesta rápida ante emergencias
que había en Valencia. Además, y por si no fuera suficiente, cuando ya había
avisos de Alerta Roja por parte de la AEMET, seguía diciendo que la “tormenta
pasaría” y por lo tanto no había "por qué preocuparse”. Tampoco ha tenido
cojones para pedir ayuda no fuera a ser que el pueblo de valencia se diera
cuenta de lo inútil que es. Pero eso sí, ya están sus huestes, a las que pronto
se unirá él mismo, tratando de echarle la culpa al presidente del gobierno.
Presidente del gobierno insultado y agredido por la misma ciudadanía que ahora
el mismo presidente va a prestar ayuda. No todos los políticos son iguales. Y
por supuesto, no todas las políticas son iguales. El pueblo de Valencia no
supo entender esta cuestión en las pasadas elecciones, y ya veremos lo que hace
en las siguientes, porque yo en esta vida ya me lo creo todo: que vuelvan a
votarle otra vez a los que con sus recortes, su destrucción del sector público,
y el trasvase del dinero de todos y de todas al sector privado, han propiciado
esta catástrofe. Un triste y sentido saludo a todo el mundo.
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