Como pronostican todos los medios de desinformación
españoles, digitales y de papel, el Sr. Feijóo será el próximo Presidente del Gobierno
de España: ¡¡¡Que Dios nos coja confesados!!! Éste contratará hasta a su
abuela, y sino al tiempo.
Llama la atención el doble rasero de la Justicia al investigar asuntos que tienen que ver con las esposas de los dos hombres fuertes del bipartidismo
Marcos López 14/11/2024
Llama la atención la rapidez con la que la Justicia se está empleando en el
caso del máster de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, y la pasividad que
demuestra ante otras esposas de políticos destacados, en este caso Eva
Cárdenas, la pareja de Alberto Núñez Feijóo. En los últimos días han
aparecido diversas informaciones sobre cierto chalé asociado a la primera dama
del PP, noticias que hablan de una edificación que no cumpliría estrictamente
con lo ordenado con la Ley de Costas. ¿Se ha abierto una investigación
al respecto? Hasta donde se sabe, no.
Según publica El Plural, una asociación de
pescadores ha denunciado el “chalé ilegal” de la esposa del jefe de la
oposición. La Plataforma en Defensa del Sector Marítimo Pesquero de Galicia
(Pladesemapesga), así se llama la organización, prepara una denuncia contra la
casa de la mujer Feijóo, situada en la playa de O Con, Moaña (Pontevedra), al
calificarla de “ilegal” en cuanto a la ubicación y las obras que se anunciaron
en 2019, momento de adquisición de la vivienda. La plataforma de la pesca
gallega acusa a la mujer del presidente del PP de ser una “okupa ilegal del dominio público”, y denuncia el
silencio de las instituciones ante las que han presentado su acción contra la
“mansión ilegal”. Según los informes, esta propiedad se construyó en suelo de
dominio público, lo cual ha generado un proceso administrativo para clarificar
su situación y posibles irregularidades en la ocupación de terrenos protegidos.
En los últimos meses Feijóo ha saltado a las primeras páginas de los
periódicos por las noticias que hablan de adjudicaciones a dedo a empresas
ligadas a su familia y nepotismo en la Xunta de Galicia. De la comisión de
investigación que se ha abierto en la Asamblea regional gallega se ha
hablado poco, y menos se hablará ahora que el foco informativo se
sitúa casi íntegramente en Valencia, arrasada por la Dana. Sin embargo, siguen
saliendo, con cuentagotas, inquietantes informaciones sobre el clan Feijóo,
como la que ahora se centra en el “chalet ilegal” de la esposa del jefe de la
oposición. Faltan muchas explicaciones. Pero no verán ustedes a ningún juez
Peinado tomándose en serio los muchos rumores que están saliendo alrededor del
hombre que quiere ser presidente del Gobierno algún día. Ya se vio qué interés
le pone la Justicia española a examinar si la conducta del líder del PP es
ejemplar cuando apareció aquella infame fotografía de Feijóo subido a un yate
junto a un conocido narcotraficante gallego. ¿Se imaginan ustedes qué hubiese
ocurrido si en lugar de aparecer en esa instantánea el mandatario conservador
hubiese sido retratado Pedro Sánchez? Lo
habrían calificado como el nuevo Pablo Escobar del socialismo, le habrían
montado un 36 a las puertas de Ferraz y toda la artillería judicial, el juez
Peinado, Llarena, la Audiencia Nacional, Plaza Castilla y el Supremo de
Marchena se hubiesen puesto manos a la obra para desentrañar hasta la última
conexión del hoy presidente socialista con el cártel de Medellín.
Es evidente que hay un preocupante doble rasero en la Justicia de este
país. A los rojos se les mira con lupa hasta el último número del carné de
identidad mientras que los azules tienen bula total. El ejemplo lo tenemos con
las dos primeras damas del bipartidismo. A Begoña Gómez la están sometiendo a
un tercer grado de índole inquisitorial que ni a los gánsteres de las películas
de Al Capone, mientras que nadie se mete en el soleado chalé de Eva Cárdenas en
primera línea de playa, pese a que la indagatoria en ese caso es más que
sencilla: se trata de coger los planos de la edificación y comprobar si cumple
con la legalidad vigente. No hace falta enviar a la UCO, ni de poner en marcha
complejas indagatorias, ni de aplicar sofisticadas pruebas de la Policía Científica.
Basta con echarle un vistazo a las escrituras de la casa que fijan la ubicación
y los metros cuadrados.
Pero hay más. Los rumores de nepotismo y adjudicaciones a dedo en la Xunta
gobernada por Feijóo son ya insoportables. Empecemos por Micaela Núñez Feijóo, hermanísima del dirigente
popular. Según publica O Salto diario,
periódico de referencia en tierras gallegas, Eulen, la mercantil en la que
trabaja esta mujer, se ha embolsado “4,8 millones en contratos a dedo”, lo que
le ha reportado “un ascenso meteórico”. No le ha ido mal a la señora con el
nuevo régimen que, tal como decimos, no es más que el antiguo régimen por otros
medios.
Otro al que le ha tocado la lotería es Ignacio Cárdenas, hermano de la
pareja de Feijóo, Eva Cárdenas. O sea, otro cuñadísimo. Siempre
según O Salto, la empresa de la que es director comercial
“obtuvo 204.076,18 euros en contratos menores a dedo”. Y todo ello mientras la
sociedad de telemarketing que dirige comercialmente no guarda “relación alguna
con el sector sanitario”, lo cual tiene mucho más mérito (percíbase el modo
irónico on, como dicen los posmodernos contemporáneos de las
redes sociales).
Seguimos nuestro somero recorrido por la floreciente dinastía feijoísta.
Según cuenta el combativo diario gallego, la primísima del líder del PP,
Eloína Núñez Masid, fue colocada a dedo para dirigir el área
sanitaria de Santiago (qué dulce miel la de la Sanidad pública que atrae a
tantas moscas). “Tuvo un ascenso meteórico en su carrera sanitaria [oh
casualidad] apenas unos días después de que su primo fuera investido presidente
de la Xunta de Galicia en mayo de 2009”. Otro posible caso de nepotismo
posfranquista en el horizonte.
Toda esta forma de gobernar, de medrar a la sombra del árbol de la
política, nos remite, inevitablemente, a tiempos pasados, al cuarentañismo,
donde los ilustres parientes del Caudillo iban para arriba en la vida sin dar
un solo palo al agua. Franco practicaba el dedazo sin complejos ni pudor.
Feijóo sigue las enseñanzas del patriarca fundador. Al igual que el franquismo
tenía a sus hermanísimos, cuñadísimos, yernísimos y nietísimos (véase La familia Franco S.A., el genial ensayo sobre el tema
de Mariano Sánchez Soler), la democracia fermentada y putrefacta también ha
germinado en ese mismo modus operandi. Lo dicho: algunos en este país tienen
inmunidad. Y no solo política, también judicial.
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