AHORA QUE ESTAMOS DESPACIO, VAMOS A CONTAR…
Todos
los partidos políticos españoles, sin ninguna perceptible excepción, son un
lúcido ejemplo de cómo debe ser la honradez, la política, la ideología y la
conciencia.
Los
políticos españoles tienen una formación universitaria envidiable, dominan
varios idiomas y poseen una experiencia en asuntos de Estado al más alto nivel.
No hay nadie que sepa leer y escribir y sea, a pesar de ello, analfabeto.
Aquí
en España, la clase política jamás engaña. Todo lo que se hace es por nuestro
bien. Como, por ejemplo, la ley electoral que tenemos. Sin duda, la más
progresista del mundo. No es necesaria la proporcionalidad puesto que los
partidos ya se encargan por nosotros de llevar en sus listas a nuestros
preferidos, con lo que nos evitan muchas molestias y quedar mal si se nos
olvida votar algún amigo.
Lo
del paro es un error contable. La mayoría de la gente está trabajando. Si no
estarían los bares llenos. Incluso, podría darse que hubiera botellón diurno.
Además, solo hay que mirar cómo está el Erario y la cantidad de dinero que
tenemos que vuelve locos a los inversores. Aunque, eso sí, esto puede ser
quizás –pues los trabajadores, ya se sabe, apoquinan poco- debido a lo mucho que
pagan los artistas, los futbolistas y demás deportistas de élite, los
profesionales de todo tipo, los banqueros y sus directivos y ejecutivos, los
señoritos de siempre, los terratenientes, las empresas… y los políticos, claro.
Aquí nadie tiene dinero en las islas Caimán, Mónaco o Liechtenstein; ni Sicavs
o Sif luxemburgueses.
La reforma laboral era muy necesaria. Los
trabajadores no pueden estar siempre haciendo lo mismo y viéndolas venir con un
sueldo tremendo superior al de alemanes, franceses, belgas, ingleses, italianos
e, incluso, americanos. Cobrar más de 800 € al mes es algo inaudito que
acabaría con el mundo empresarial tal como están las cosas y con lo difícil que
es evadir nada del Impuesto de Sociedades. ¿Qué empresario se iba a poder
comprar un coche de lujo o un chalet? No, así no podíamos seguir.
¡Oye!
¿Y lo de ir tanta gente a comer a Cáritas, qué explicación tiene? Bueno. Lo que
pasa es que la gente tiene más cara que necesidad, y como la iglesia católica
es tan buena… “Mañana” seguimos.
18-11-10
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