RETÉN O EMPOBRECIMIENTO
Es
norma común hoy día que los trabajadores paguen el pato por todo lo que
acontece. Para llevar a cabo cualquier política “necesaria” para la
supervivencia de los sistemas económicos que dominan en los países
desarrollados –su nombre, neoliberalismo, aterroriza a cualquiera-, siempre se
echa mano de algún perjuicio para los trabajadores. Independientemente, de que
sus salarios –caso de España- rocen el ridículo, ya que, más del 63% cobra
menos de mil euros brutos al mes; y mientras, en este nuestro país, políticos,
empresarios y élites, al margen de la corrupción que nos asola, se están
poniendo las botas. Mas, suerte que tienen los trabajadores de poder
apoquinar…, aunque más de un 20% ni siquiera pueda presumir de eso porque,
sencillamente, no tienen otra ocupación que “papelear” en las oficinas del
desempleo.
Pero
ocurre además, que en algunos sitios (caso del pueblo donde vivo, y como cosas
propias de un regidor público capaz de no respetar acuerdos plenarios, ¿para
qué no estará capacitado este Sr.?), hay trabajadores que no sólo soportan una
presión fiscal abrumadora –este pueblo es líder, junto a Salamanca, del morro
impositivo- con un sueldo de algo más de 800 euros al mes, sino que encima
están sometidos a eso que se llama: “retén”. Es decir, que en sus días libres y
sin que lo contemple ningún acuerdo ni convenio deben estar disponibles por si
la empresa –el Ayuntamiento en este caso- los necesita. Si se niegan a tal
disponibilidad –amenaza un talentillo del regidor- serán expedientados, y
entonces, lógicamente, se encontrarán con el empobrecimiento que supone que le
descuenten equis días de su remuneración, que, como ya he señalado antes,
acaricia una cifra muy cercana a la considerada para la pobreza relativa.
13-02-11
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