LOS QUE COMENTAN LOS ESCRITOS
En
los más de cuatrocientos escritos que he publicado, que se han dignado
publicarme los periódicos, no sólo los digitales (a los que más agradecido
estoy), pues también lo han hecho, eso sí, ocasionalmente, El País, ABC, El
Mundo, Publico, HOY y El Periódico Extremadura (éste último me publica casi todos
los que le envío, lo que también agradezco enormemente), jamás se me ha
ocurrido contestar a ningún comentario de los que se me hacen -da igual que
sean a favor o en contra- por respeto a quien lo realiza y por aquello de la
libertad de expresión que tanto cuesta hacer entender a los caciques, y mucho
más si éstos son Alcaldes salidos de la abdicación de su antecesor, que para
eso el régimen vigente es una Monarquía Parlamentaria, ¿no?; aunque lo cierto
sea que cada vez se parece más a una “democracia bananera” llena de reyezuelos
sin escrúpulos mandando en pueblos y regiones, caso evidente de Castuera y
Extremadura.
Pero
el hecho de que el escrito “Alcaldadas” haya tenido tanta respuesta –y tan
dispar- en el Foro Ciudad Castuera, me ha inducido a dar cumplido acuse de
recibo mediante un comunicado para todos los disertantes y, cómo no, para los
largos de lengua:
Para
los que están a mi favor -a favor de la verdad-, por supuesto, mi más sincero
agradecimiento por sus ánimos para seguir desentrañando las mezquindades de los
gobernantes que sólo y exclusivamente pretenden vivir y enriquecerse mediante
la explotación y la opresión de los ciudadanos con bajezas y engaños
manifiestos. Como pueden ser, en el caso de Castuera –del Alcalde de este
pueblo- a quien mayormente iba dirigido el ya dicho artículo “Alcaldadas”: ese
famoso carril bici –lo repito una vez más y habrá que hacerlo todas las que
hagan falta para que todos los ciudadanos lo sepan porque ese es su derecho-,
único en el mundo cuesta arriba, para “favorecer” Dios sabe a quién o quienes;
o la obra de remodelación de la calle Santa Ana que hay que empedrar y
desempedrar cada tres días y el del medio y en la que siguen a diario los
tropezones (¡hasta cuando!, ¿hasta que se mate alguien?) y los golpes en los
bajos de los coches cada vez que se intenta un aparcamiento (en los pocos
sitios que han quedado para este menester), aún a pesar de estar tratando de
convertir los enloses, o como se llamen (malintencionados chirimbolos-trampa de
granito les llama la gente), en una escuela de bellas artes con pinturas para todos los gustos realizadas
por emigrantes o hijos de éstos que, dado que están en edad de votar, se supone
que estarán debidamente empadronados (habrá que ver el censo y cuantos
emigrantes se han incorporado últimamente) y en proceso de adoctrinamiento para
hacerlo, como no, al PSOE, que, entre ancianos “acarreados” y emigrantes
“recogidos”, va a barrer… siempre que no pase lo que dice El Roto en su viñeta,
“ocurrió lo inesperado, como era previsible”; sin olvidar -por ser la mayor
falta de respeto a los ciudadanos que se ha cometido en este pueblo, incluidos
otros tiempos-, lo de mantener un avión de guerra en la entrada del pueblo
contraviniendo lo acordado por mayoría en un PLENO MUNICIPAL; así como la
humillante explotación a que están sometidos una parte importante de los
trabajadores de la Residencia de Mayores, entre ellos mi esposa, que, por
descontado, vamos a llevar a los Tribunales de Justicia (en su momento
oportuno) como hicimos con los contratos de trabajo que estaban en FRAUDE DE
LEY desde hacía ¡16 años! y aunque luego –cuando claudique- mienta el Alcalde
como ha hecho ahora y diga que era una promesa suya remediar la explotación…,
la que él, máximo responsable del Ayuntamiento, lleva a cabo y de la que nada
dice en esa radio-gaceta municipal (de ella diré algo más luego) que tiene a su
único y exclusivo servicio lo cual es el motivo principal de su pobre
audiencia. Todo esto suponiendo que gane las próximas elecciones, porque
Castuera se merece alguien mejor, alguien que no sea despótico (como,
casualidades de la vida, “señala” hasta la matrícula de su coche –DSP-); y, a
lo mejor, ni siquiera los “catequistas domiciliarios”, que invitan a café y
pastas para perpetrar el adoctrinamiento necesario entre las gente sencilla
-pero no tonta-, logra evitar la derrota. ¡Vamos!, como si estuvieran vendiendo
Avon o sujetadores de Cristian Lay; o sea, sin darse cuenta de que la política
es algo más serio que engañar para que el truhan llegue al poder y les tire
después, como pago, un mendrugo (algo muy común, por desgracia, entre las
élites del partido socialistas).
Para
los que, simplemente, me critican, mi mayor respeto porque están en su derecho
de practicar la libertad de expresión y de opinión. Y mi predisposición a
explicarles detalladamente cualquier duda que tengan con el fin de que estén
debidamente informados y no caigan en la tergiversación de los hechos que hacen
los acólitos del Alcalde y éste mismo aprovechando los medios de difusión bajo
su tutela (una vergüenza más y ya van siendo demasiadas del PSOE);
especialmente, aunque no es mi preocupación, sobre mí andadura laboral que, por
supuesto, es mucho más digna que la de alguien que, por no trabajar –cobrando
un sueldo de los impuestos de los ciudadanos que es lo que ha hecho siempre-
aprobaba a todos sus alumnos con vistas a tener un verano largo y placentero,
y, desde hace ya bastante tiempo, se dedica a viajar por el mundo (con dinero
público, como no podía ser de otra forma) y, cuando está en el pueblo, rara vez
si no es tiempo de elecciones, a contar mentiras a los trabajadores sobre
promesas que nunca hizo.
Y
para los que además de criticarme me “insultan” (¡hasta donde se llega siendo
un lame… de la prosapia de alguien!), empezaré, ya que parecen tan cultos e
instruidos (quiero recordar que hay quien dice ser licenciado en historia;
espero que su licenciatura no sea como la de la ministra Pajín), con la cita de
Pio Baroja sobre las siete clases de españoles (los que no saben; los que no
quieren saber; los que odian el saber; los que sufren por no saber; los que
aparentan que saben; los que triunfan sin saber, y los que viven gracias a que
los demás no saben) refiriéndome, brevemente, a las dos primeras, la penúltima
y la última:
Es
incuestionable que los que no saben ni quieren saber son los amaestrados de la
sinecura (como ya he dicho en otras ocasiones, por un salario miserable
mientras el amo se pone el que quiere, generalmente superior al mes al que
percibe el trabajador en un año; ¡si levantara Pablo Iglesias la cabeza!), que
además de cobistas y tiralevitas han olvidado sus propias deshonras. Como es el
caso de quien se dedica a calumniarme olvidando que para que tuviera el trabajo
que tiene (que para colmo, en una Unidad más “llevadera” que la de mi esposa,
desempeña deficientemente) hubo que “corregir” su examen en nada menos que
cinco ocasiones, y que gracias al valor –y al dinero- de mi esposa tiene hoy un
contrato indefinido en lugar de la MIER… que tenía antes. Pena de “persona”, a
la que quiero decir desde aquí que aún no he sido procesado por nada y, por
tanto, no he estado en la cárcel (aunque no descarto que por decir la verdad,
lo que siento y lo que pienso, la inquisición pesoista de ahora me meta), por
lo que nadie ha tenido que interceder por mí; que la Hacienda Pública sólo me
ha requerido por alguna multa que en su momento no pude pagar, que es lo normal
que le pasa a los que no ganan, a costa de morrongo, siete u ocho mil euros al
mes, jamás por estafa que es algo que esta persona si conoce bien de cerca; que
nunca me he dedicado al estraperlo de nada (de eso también debe sabe bastante)
y, por último, que de negocios adulterados y de responsabilidad civil y usuras
asimismo debe saber más que suficiente, motivos tiene sobrados. Por cierto que,
el último negocio que tuve fue cerrado cautelarmente por irregularidades (las
mismas que cometían todos los negocios existentes de ese tipo, pero a mí me
tocó la china) y devuelta la licencia antes de los tres años (extremo que puedo
demostrar documentalmente), mientras aún no sabemos en Castuera porque le
“vendió” el Ayuntamiento a la clínica La Serena unos terrenos que valían a
20.000 pesetas el metro a tan sólo ¡unas pesetas metro! ¿A quién o quienes
benefició esta magna operación? ¿Estaba incluida en la citada operación que el
Chiri perdiera su negocio en beneficio de quienes operaban de la misma forma
irregular (en los tres primeros meses de funcionamiento de la clínica La
Serena, quizás, lo insoportable fue: Chiri 429 actuaciones; clínica 46)? ¿Cómo
se iba a permitir que un humilde autónomo derrotara a toda una gran empresa
bendecida por la oligarquía? Bueno…
Los
que triunfan sin saber, a nadie se le
escapa, son todos esos que escriben airados porque alguien –yo en este caso-
denuncia sus logros conseguidos mediante el tráfico de influencias u otros
métodos de similar calibre. Son los mediocres que gracias a tener las rótulas
muy desarrolladas ocupan puestos de cierta relevancia en una sociedad
desinformada y manipulada por el Cacique de turno. Son los que tienen su puesto
de trabajo asegurado y un cierto salario decente gracias a estar siempre
dispuestos a servir al señorito aunque para ello todo el mundo sepa que son
unos… Son, en definitiva, lo más miserable y ruin de la sociedad actual que
dirige gente como la antes citada ministra Pajín, el ministro de Fomento o el
propio Presidente del Gobierno, capaces todos de engañar a su conciencia
(tienen conciencia errónea) y manipular la de todos los incautos que se le
ponen delante -incluidos sus propios compañeros- y olvidar sus principios, si
es que los tuvieron alguna vez.
Y
los que viven gracias a que los demás no saben, que, como dijo Baroja, se
llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales” son, en su gran
mayoría (porque algunos decentes sí que hay), la escoria de la sociedad actual.
Más despreciables aún si, lógicamente, desatienden a los que los han llevado a
ser lo que son, como es el caso de los políticos del PSOE que se han amoldado
de buena gana a las pretensiones del capital (de los mercados se dice ahora) y
han abandonado a su suerte a jóvenes, pensionistas y trabajadores de todo tipo
que por culpa de su desvergüenza están perdiendo día a día los pocos logros
sociales que habían conquistado en muchos años de lucha, sudor y, en muchos
casos, sangre; entre tanto ellos acumulan, cediendo a las exigencias de Emilio
Botín y otros filibusteros de la misma calaña, sueldos (en la mayoría de los
casos varios) astronómicos y prebendas de todo tipo. Son esos políticos, los
más corruptos de la UE y los más degenerados –junto a los dictadores de todo
tipo- del mundo mundial. Gente sin escrúpulos, capaces de vender a su padre y
de la mayor sumisión para estar en la cúspide del abuso y el atropello y el
fomento de la esclavitud. Y qué horror para los ciudadanos, sus más cercanos,
los Alcaldes, se han convertido en la mayor miseria del gremio; apoyados, claro
está, por sus acólitos que, como una fosa séptica, se tragan toda la mierda que
éstos generan. Sólo hay que reseñar, una vez más (y, reitero, lo haré todas las
que sean necesarias hasta que todo el pueblo lo sepa), las “obras maestras” del
que tenemos aquí en Castuera para comprenderlo, pues para muestra con un botón
basta: a las ya mencionadas al principio de este escrito (el carril bici…
¡cuesta arriba!; el empiedre-desempiedre de la calle Santa Ana, ya conocida
como “vía del tropezón” y la falta de respeto más grave cometida en la
Democracia –y quizás fuera de ella- en este pueblo contraviniendo lo acordado
en un Pleno Municipal para mantener un avión de guerra como saluda a quienes
nos visitan) hay que añadir la remodelación innecesaria de la farola (el caso
es gastar y engañar), el edificio de la Plaza de San Juan (venga despilfarro,
mientras se mantienen trabajadores con menos de 900 € de salario teniendo que
trabajar Domingos y Festivos), la puesta en escena –nuevamente, ya era hora- de
la fuente de la Plaza de España que si no llega a haber elecciones permanecería
más seca que Etiopia, la hospedería (6,5 millones de euros –de momento, luego
ya veremos- de los impuestos de los ciudadanos asfixiados por el desempleo,
cuando no por un salario miserable y tercermundista) para “jartarse” de Cardhus
sus señorías mientras rumian algún atropello o despropósito que hunda más a la
gente en la miseria, que, por cierto, tiene en Extremadura su índice más alto,
el 42%, el doble de la media nacional; la genialidad de dejar los olivos en el
Centro de Salud (los alérgicos están agradecidísimos), el alquiler de la casa
de Badija (según denuncia IU, el
disfrute de un Chalet por la geta), o,
por citar algunas de reciente “adquisición”, las que cuenta alguien, que no voy
a citar aquí, en escritos registrados en el Ayuntamiento: tal es, que para el
hijo del Sr. Alcalde se ha creado una plaza de trabajo en la Mancomunidad (si
es así -papeleta solucionada para el chico y motivo para que los demás jóvenes
de Castuera no voten a su padre- sólo se puede decir entonces: “endiluego que
los hay con suerte; mucho más si tenemos en cuenta que no sólo son contados los
jóvenes que tienen trabajo –el paro juvenil supera el 50%, cinco veces superior
a la media europea-, sino que los “afortunados” que lo tienen es por un salario
propio de Uganda, que, seguro, no será el caso del niño); cómo se ha
beneficiado al marido de la secretaria particular del Alcalde con un alquiler
de tan sólo ¡600 €/año! por la concesión de la Isla de Zújar para ¡nada menos
que 25 años! (turismo rural de moda… y de qué modo); y, por último, eso de que
se han hecho bloques de pisos sin las correspondientes plazas de garaje que, si
las normas así lo exigen, pudiera ser constitutivo de un delito de corrupción,
lo que no sería nuevo sabiendo cómo se las gastan estos señoritos vividores de
nueva alcurnia, capaces de, como se señala en otro de esos escritos presentados
en el Ayuntamiento, urbanizar la calle de un compañero con sólo dos vecinos
(144.000 €, quiero recordar, de costo) y dejar otras con muchos llenas de
barro.
Así
pues, sin entrar a comentar, para no alargarme demasiado, lo del Centro de
Especialidades que se nos prometió en las pasadas elecciones que tendría el
Ambulatorio y que se ha quedado en una mentira más, ni el desastre en que se
halla el comercio del pueblo –no funciona ya ni el mercadillo, cada vez vienen
menos vendedores- y la hostelería, a la que, por cierto, se agravia organizando
una comilona para politiquear el sábado de Pascua que, en razón de los
visitantes de estas fechas, sería un buen día para recuperar parte de los
abusivos impuestos que paga (Salamanca y Castuera, ya lo he dicho en otras
ocasiones, son líderes del morro impositivo), o la más que pobre ocupación del
polígono industrial (ahora, para las elecciones, “adornado” con un montón de
carteles), del que está en funcionamiento se entiende, porque del
medioambiental que se iba a hacer -y para el que se tuvo que pagar un buen
pellizco en expropiaciones que urgían- nada se ha vuelto a saber; pero, a ver
si hay suerte y en la próxima legislatura entra otra Trujillo de ministra y nos
lo soluciona, ¿por qué no?
En
cualquier caso, para ir terminando, la gente de Castuera puede decirme lo que
le plazca, tienen mi permiso si fuera preceptivo, porque mi “deuda” es con
ellos por haberme apoyado siempre y haber estado a mi lado en todo lo que he
hecho en mi vida y no con el Alcalde al que nada debo ni nada he pedido para mí
jamás. Y la gente del PSOE (partido al que he apoyado durante 20 y al que no
debo ningún trabajo ni cargo como otros) tiene –como cualquier ciudadano de
Castuera- toda mi consideración y mi respeto aunque secunde a un forastero que
no siente nada por Castuera y a la que utiliza para sacar su propio beneficio
única y exclusivamente como es norma común entre los truhanes.
Y,
para finalizar, sepa todo Castuera que no tengo miedo en absoluto a la denuncia
o denuncias del Alcalde, ni a que las pregone en esa radio municipal manipulada
aprovechando su cargo. Ni me preocupa que cuente que no he ido al juicio de
conciliación porque mis manifestaciones eran mentira, ya que, es todo lo
contrario: no he aceptado la conciliación porque mantengo lo que dije y estoy
dispuesto a afrontar el juicio correspondiente, aún a pesar de que yo me tendré
que pagar un abogado de mi bolsillo para que me defienda por ejercer la
libertad de expresión y de opinión mientras el Alcalde tendrá un abogado pagado
por todos los ciudadanos de Castuera para que lo defienda de todas las
ignominias que antes les he relatado, de todas las vergüenzas –incluida la de
la radio municipal- perpetradas, propias de gente de otros tiempos no muy
lejano que, además, constituyen un acto deshonroso para el partido que le da
cobijo. Sin olvidar que igual yo presento también alguna denuncia en estos días
de campaña. Supongo que la Ley no lo prohíbe, aunque con los gobernantes que
tenemos y la corrupción casi institucionalizada se puede uno esperar cualquier
desatino después de ver lo que se le consiente a la Banca.
Saludos
y, como dice IU en Zalamea, “quita un Cacique, pon un Alcalde”.
NOTA:
perdón por lo extenso del comunicado, pero hay tanto que contar...06-05-11
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