LA DEMAGOGIA DEL ALACRÁN.
EL GOBIERNO DE LA AÑAGAZA. (4º)
Pocos,
si exceptuamos militantes y simpatizantes que se amparan en la conformación
sectaria de sumisión ofuscada, dudan ya de que los miembros y “miembras” del
Gobierno (es posible alguna excepción) ejercen sin el más mínimo decoro la
“demagogia del alacrán” y dejan claro que vivimos “in partibus infidelium”, en
tierra de infieles; o, dicho más exactamente, que nuestros destinos los rige un
Gobierno de trápalas, un Gobierno sin principios, envilecido, descarriado…
Aún
no hemos olvidado, pues están en vigor creo, las famosas medidas del cheque
bebé (el que usaban las clases medias altas para adquirir el plasma –el niño no
venía al mundo con un pan bajo el brazo, pero si traía su tele-) y de los 400 €
para todos, los ejecutivos del Ibex incluidos (esos que ganan más de 2 millones
de €/año en su mayoría), justificadas por el Sr. Caldera (¿dónde estará este
personaje?) y la Che, Sra. De la Vega, en razón de que eran “universales”, ya
que, todas la medidas del Gobierno –decían- debían ser así (socialismo de papá,
lo llamó alguien que ahora no recuerdo).
Bien.
Pero ahora resulta que para atenuar la debacle del empleo en el País, el
Gobierno pone en marcha una ayuda de 420 € para los que no lo tienen y han
agotado sus prestaciones por desempleo que, miren Vds. por donde, tratándose de
los trabajadores (de los obreros, de los que figuran en las siglas del partido
gobernante), no puede ser “universal” y sólo llegará a un número reducido de
ellos y por unos meses nada más, ¿hasta que pase el otoño?, de entre los,
aproximadamente, más de dos millones que la precisan para no pasar a “engordar”
el guarismo de la pobreza.
Fácil
ver, por tanto, que el metro de medir del Gobierno (¡viva la universalidad!,
cuando tiene cuenta y rédito electoral) deja bastante que envidiar y que Éste,
además, no se conforma con “recompensar” Bancos abusivos (entre los que más del
mundo) con el dinero de, entre otros, esos que ahora no tienen derecho a la
ayuda. Con emplear cualquier triquiñuela para que la Justicia sólo castigue a
los más desfavorecidos y absuelva a políticos, empresarios, capitostes, etc. y
Hacienda recaude de las rentas del trabajo y deje fuera (¡que no se
investigue!) las grandes fortunas y el impuesto de Patrimonio (ya
desaparecido). Con manipular la Educación (conculcar conciencias). Con
atiborrar el País de Asesores y Altos Cargos innecesarios y, cómo no, de
“mantener” a base de ayudas y cursos de formación el sindicalismo displicente
con la boca cerrada.
Y
no se va a conformar con la inminente subida de impuestos vía aumento del
precio de los combustibles (que escasea el gas-oil, nos cuentan, ¿quién se lo
cree?) que hará más pupa en los que menos tienen, sino que utilizará todos los
recursos que crea conveniente para aumentar sus tropelías y desafueros y para
ejercer con más morro y en más sitios “la demagogia del alacrán”.
19-08-09
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