¿ROOSEVELT A LA ESPAÑOLA?
Conocidos
los resultados de las pasadas elecciones generales, cualquiera podría pensar
que los españoles han votado una mayoría tan amplia “soñando” con que ocurra lo
mismo que en la USA de los gringos de los años treinta (ya saben, durante la
Gran Depresión). Pero me da que aquí eso no va a suceder (lo que ha ocurrido
para tal mayoría, en mi opinión, se parece más a ese viejo proverbio de “alaba
al ignorante y hazle bailar; si no es tonto, tonto le harás terminar”) y con lo
que nos vamos a encontrar –políticamente- en la legislatura que va a comenzar
es, probablemente, con un gobierno del estilo del antecesor de Roosevelt,
Herbert Hoover, que intentó reducir el déficit (resultado de la disminución de
la actividad económica como consecuencia del descenso de la demanda, en España
la disminución de la actividad es culpa de la burbuja inmobiliaria y la crisis
financiera no es sino un cuento especulativo) recortando el gasto público
mediante la errónea convicción de que el Estado debe comportarse como las
familias (con austeridad y sin recurrir al crédito), ignorando, si así sucede,
que las familias españolas basan su economía en la existencia de crédito y
endeudamiento, hasta el punto de que éste es mayor que el del Estado. Eso sí,
carísimo crédito y endeudamiento merced a la Banca más usurera del planeta
capaz hasta de usurpar la dación.
No.
Por desgracia, especialmente para los trabajadores (víctimas de la enorme
concentración de las rentas y de la riqueza a costa de un empobrecimiento de
las clases populares –las rentas del capital crecen desmesuradamente a costa de
las rentas del trabajo ensanchando las desigualdades entre ambas y, obviamente,
las desigualdades sociales- consecuencia de las políticas neoliberales, no se
lo pierdan, de los socialistas), no es fácil que los nuevos gobernantes vayan a
tomar como modelo para salir adelante eso que llevó a cabo el Presidente
Franklin Roosevelt (el más popular de todos los Presidentes americanos, odiado
por las élites financieras y empresariales que lo consideraron un “traidor a su
clase” pues procedía de una de las familias más ricas de EEUU), llamado el “New
Deal”, en la época de la mayor recesión conocida; que, por otro lado, no fue
otra cosa que el establecimiento del Estado del Bienestar en EEUU mediante una
gran inversión física y social con un gran programa de Obras Públicas y
facilitando los medios para el buen funcionamiento sindical a fin de aumentar
los salarios y con ello la capacidad adquisitiva de las clases más
populares con el objetivo de aumentar la
demanda doméstica. Por cierto que, hablando de salarios, los españoles están
entre los más bajos de los países desarrollados y no se va entender muy bien,
como se rumorea, que haya recortes sabiendo que más de 18 millones ganan menos
de 1.000 €/mensuales y que nuestro Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es uno
de los más bajos de la Europa del euro.
De
modo que, dificultar el desarrollo de comportamientos especulativos por parte
de la Banca separando la comercial y de ahorro de la de inversión y facilitar
el establecimiento de Bancas Públicas para garantizar el crédito a autónomos y
a pequeñas y medianas empresas, aumentar la progresividad fiscal forzando el
pago de impuestos a las grandes fortunas (la recaudación fiscal por rentas del
trabajo ha aumentado en los últimos cuatro años -2006/2010- en más de 60.000
millones de euros, mientras la del capital bajó en ese mismo periodo cerca de
25.000 millones), atacar la ingeniería contable de las grandes empresas (su
impuesto de sociedades real solo llega al 9,9% en lugar del 35%) que junto con
las grandes fortunas acumulan el 91,4% del fraude fiscal existente y facilitar
la labor inspectora para atajar la economía sumergida cuyo índice está entre
los más altos de la UE-15 (10 puntos menos nos reportarían cerca de 40.000
millones de euros), no pienso que, siendo lo más perentorio para salir de esta,
vayan a ser algunas de las líneas de actuación del próximo gobierno que, si
cabe, será aún más neoliberal que el de los falsos socialistas. Y si no al
tiempo…, porque, aunque a algunos no se lo parezca, esta España nuestra está
“plagada” de inquisidores, morugos y frustrados, “toreros y futbolistas”,
negreros y mercachifles, Juan Lanas, adoctrinados y malhechores.
24-11-11
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