LA “NECROFILIA” FUTBOLISTICA.
La
“necrofilia” (entre comillas, para que no sea exactamente lo que es, la
atracción sexual por cadáveres) futbolística es el amor ciego por unos colores,
por un Club, qué, sino patitieso –eso es imposible en un país como el nuestro y
con una política como la que aquí se masculla -, si está en fase de total
desvalorización deportiva o, cuando menos, en horas bajas.
Viene
esto a cuento como respuesta al artículo de un distinguido escritor en el que
se avergüenza del futbolista Juanito Gómez del Real Madrid –ya fallecido-, por
los “incidentes” que éste montaba cuando el resultado no le era favorable.
Algo, por otra parte, muy corriente en muchos de los jugadores de este
todopoderoso Club acostumbrado a ganar siempre, aunque en ocasiones –muchas
ocasiones- los éxitos estuvieran un tanto alejados de la ética deportiva y muy
cercanos a la pura y dura arbitrariedad de un Sr. que, ya lo dije en otra
ocasión, antes iba vestido de negro y ahora lo hace con cualquier color y con
un micrófono al estilo de los cantantes pop actuales y que pudiera tener,
incluso, “conexión” con el Presidente del Club o con el del Gobierno o
gobernantes (¡hay tantos en España!) para los correspondientes amaños o recibir
las órdenes oportunas para alimentar la polémica que distraiga la atención de la
concurrencia –una parte muy importante de ella educada en el “fomento y
desarrollo de la burrología”- de los abusos y despotismos de la política en
general.
Pues
bien, cualquiera que haya practicado ese deporte que practicaba Juanito Gómez
(servidor lo hizo, aunque no tan bien como él… pero sólo para los que me veían,
“porque con diecisiete años yo jugaba mejor que Juanito”) se avergüenza de la
fea aptitud del futbolista del Real Madrid en ocasiones, pero eso no es óbice
para aprovechar una columna de tanto prestigio y tan leída –servidor es uno más
de los que la leen sin falta cada domingo- y pasar la falta de escrúpulos del
jugador “blanco” a todo un Atlético de Madrid como si en este Club fueran todos
sus futbolistas de la laya del citado Juanito Gómez (q.e.p.d.). Lo que dicho en
plata -y me duele por venir de quien viene, porque es una persona por mí muy
admirada- no es sino una muestra clara de odio por el Atlético y “fanatismo
chauvinista” por el Real Madrid, impropio de alguien tan docto.
Qué
pasa, ¿olvidó ya este Sr. a De Felipe, Benito, Camacho y tantos y tantos otros
como Amancio (al que pude ver en un partido como pisaba la cara a un contrario
que había caído lesionado) o el famoso portero Buyo (cuya actuación en un
partido, precisamente, contra el Atlético, fue calificada por todo el
madridismo como mucho más que deplorable o propia de un cerril talibán)? ¿Ha
olvidado este Sr. los atropellos consentidos por los árbitros del régimen a un
sinfín de jugadores del Real Madrid, entre ellos los antes citado? Y ahora,
recientemente, ¿olvidó ya el modo tan ruin de proceder de ese tal Pepe, que, si
hubiera sido del Atlético, seguramente, habría estado expulsado a perpetuidad?
No, en todos los Clubes hay y ha habido siempre futbolistas que han rozado lo degenerado
(a veces el fuerte carácter traiciona y del futbol siempre se ha dicho que era
un deporte de hombres; aunque ya hay
mujeres que juegan mejor que algunos y no dan tantas coces como ese Ramos que,
si se descuida el contrario, lo pone más morado que las rayas del escudo que
representa), pero en el Real Madrid, por su historia negra de favoritismo -que
la tiene más que ningún otro Club-, ha habido muchos más.
Y
si en el Atlético, su historial deportivo no es comparable con el del Real
Madrid (pues a pesar de tener al Ejército del Aire del régimen detrás, el
Madrid tenía a todo el régimen), su honorabilidad está muy por encima de la de
la “Casa Blanca” que, todos los buenos aficionados sabemos, está muy manchada
por las miserables arbitrariedades que le consentía el franquismo y,
oficiosamente, le consiente la Democracia. Ello a pesar de que el F.C.
Barcelona, parece ser, ya ha aprendido lo de la “compra arbitral” tras la
llegada de esta nueva forma autocrática.
En
definitiva y como ya señalé en otro escrito, el futbol sirve en este país
(además de para enriquecer a Presidentes de los Clubes –no a todos, claro- con
las transacciones y a muchos jugadores con los beneficios fiscales) para
desviar la atención de lo verdaderamente importante que está ocurriendo, como
recomendó el doctor al paciente: si le duele mucho la cabeza, se da Vd. un
golpe fuerte en la espinilla…, se le olvidará el dolor de cabeza; y el Real
Madrid y el F.C. Barcelona son el “Vermut” –rojo o blanco, lo mismo da- y los
demás clubes, incluido el Atlético de Madrid, sólo son el aperitivo.
26-06-10
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