EL COSTO DE LA SALUD…, Y EL DEL “RÉGIMEN” DUAL.
Ambos
son sufragados por la ciudadanía, pero mientras el primero es una necesidad
vital, del segundo se podría prescindir en, al menos, un porcentaje elevadísimo
y ahorraríamos mucho dinero y algún que otro “devenir” impropio de los tiempos
en que estamos ya. Porque es insoportable para un País hacer frente al gasto que
suponen dieciocho gobiernos con sus correspondientes parlamentos y el amplísimo
organigrama de cada una de las CCAA, Ayuntamientos y Diputaciones; más de ¡cien
mil! Personas viviendo –y muy bien- de las arcas públicas sin contar
sindicalistas y liberados de los partidos y la patronal que también maman de la
misma teta…, y otros, que no sabemos cuántos son.
Así,
nos encontramos con ese “invento” de emitir factura sanitaria aunque no haya
que abonarla. O sea, que los ciudadanos de a pie sabremos que una operación,
por ejemplo, de cataratas tiene un costo en la Seguridad Social (SS), pongamos,
de 1.400 € por cada ojo, con lo que nos deberemos mentalizar que hay que leer
menos pues no tenemos pasta para tantas operaciones, aunque el paciente haya
estado pagando SS –e impuestos, muchos impuestos y tasas- durante 40 o más años
para que se le atienda ahora.
Y,
sin entrar a valorar que el servicio que presta la SS sea más caro o más
barato, que todos pensamos se podría mejorar y abaratar si se le “exigiera” a
algunos especialistas que lo hagan igual que en la privada para que el
porcentaje de intervención no sea aproximadamente de 1 a 5, uno se pregunta por
qué no se hace lo mismo con el costo de la política, ya que, los ciudadanos
también tenemos derecho a saber cuánto nos cuestan las “actuaciones” de cada
uno de nuestros políticos, de nuestros muchos políticos de este régimen
dual-dictatorial que llaman democrático para diferenciarlo del anterior, pero
que, a la vista está, es tan parecido como dos gotas de agua en lo referente a
justicia, educación y adoctrinamiento, corrupción, usura, censura, protección
del señorito y los mil y un atropellos contra los más débiles.
Pero,
que no lo olvide nadie y “atentos a la pisada”, porque esto es lo que va a
ocurrir: la sanidad, con factura ficticia, ¿para asustar?, o sin ella, seguirá
igual o quizá empeore -tiempo al tiempo- y sólo con el añadido de algún copago
para su supervivencia, pues con la actual ministra, la Sra. Pajín, sin
preparación, sin formación, sin capacidad y sólo con la fuerza de sus palabras
y su incondicional servilismo, como ha señalado Tomás Salinas, cualquier cosa
se puede esperar que subleve la razón dada su dudable profesionalidad sobre el
tema y el poco interés del gobierno y de la política en general por baremar
para establecer, cómo sería de justicia, la proporcionalidad; y la política…,
pues seguro que irá a peor (sólo hay que ver la remodelación ministerial y las
nuevas ministras, ¡Dios nos guarde!) y nadie nos va a decir cuánto cuesta, por
ejemplo, que un Alcalde de un pueblo de menos de 8.000 habitantes se pasee, y
para qué, por cuatro de los cinco Continentes (ha estado hasta en Kabul,
Afganistan), ni, mucho menos, se van a “aligerar” y justificar esos sueldos de
240.000 € al año por ser secretaria/o de cualquier opción política y
diputado/a, senador/a o miembro/a de cualquier fundación “democrática” de este
régimen dual-dictatorial que soportamos.
28-10-10
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