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martes, 16 de agosto de 2016

GANAR TIEMPO PARA ESCONDER EL BOTÍN


GANAR TIEMPO PARA ESCONDER EL BOTÍN

 

Ahora que está tan de moda hablar sobre la piratería informática, es conveniente que los ciudadanos tachados de esa acusación (todos los que utilizan un ordenador personal para algo) no olviden que la auténtica piratería, la que los desvalija, la que secciona sus bienes y contribuye a su deterioro social, educativo, sanitario y de impureza judicial, cuando no de corrupción generalizada en todos los ámbitos de la vida pública, es la de un elevado número entre los políticos (sobre todo entre los que mandan) y la mayoría de la gente de las altas finanzas y grandes empresarios. Resultando muy curioso saber que una gran parte de estos desalmados, así lo confirma la estadística, muere de muerte natural y a edad avanzada, por supuesto, como ciudadanos honrados. Porque el fin del saqueo consiste en procurarse una vida larga y agradable merced a los bienes malversados. Y es, así mismo, muy significativo que los perversos siempre tuvieron una inclinación a los postulados del elitismo político más variopinto, como lo demuestra el hecho de que Marx y Engels tuvieran como “padrino” para poder imprimir su “Manifiesto Comunista” a un aventurero americano que conocieron en un café de Bruselas. Claro que, de haber ocurrido ese hecho ahora en el siglo XXI, el tigre americano habría sido posiblemente un banquero cántabro, vasco o catalán (imagínense por quienes lo digo), y que me disculpen la totalidad de los restantes ciudadanos de esas zonas que como los de todas las demás son dignos y cabales.

Se considera muy esclarecedor que, a lo largo de la historia, todos los países hoy desarrollados –antes imperialistas casi en su totalidad- se valieran de piratas y filibusteros (las naciones los acogían “amantísimamente”) para lograr sus objetivos dominadores y para, permisiblemente, algo más: ¿para esconder el botín de sus expoliaciones a la ciudadanía quizás? ¿Por qué no? ¿Quién llega mejor que ellos a esos “lugares” desconocidos e intransitables y tan difíciles de localizar? En fin… siempre se ha oído decir que Bin Laden, el millonario saudí y aceptable mayor pirata de los tiempos modernos y actualmente cabeza del terrorismo de Al Qaeda, aprendió de los “tunantes americanos” a esconder su dinero. Y si antiguamente se escondían los tesoros en la isla de Cocos, en el Pacífico, a unos mil kilómetros de Costa Rica, hoy hay un sinfín de “paraísos fiscales” para esconder cualquier “tesoro” (léase despojo al Estado y consecuentemente al sudor de los trabajadores). Incluso hay Estados (no sólo ocurre en Mónaco, Liechtenstein, Andorra, Emiratos Árabes, o cualesquiera de esas islas afrodisiacas como las Caimán) como el nuestro, como nuestra España de hoy, que rayan, dada su permisividad con ricos y poderosos a la hora de aplicarles y controlar su fiscalidad, en uno de esos paraísos. Pues, aquí tenemos SICAVs, SIF Luxemburgueses, fondos de cualquier tipo y el pago de sólo un ¡10%! real del Impuesto de Sociedades, amén de unos salarios entre los peores –sino el peor- de todos los países europeos de la OCDE.

Echando un vistazo a los líderes mundiales que van cayendo, no sólo por rebelión ciudadana (Ben Alí o Mubarak y pronto algunos más que la miseria no va a perdonar), sino por haber sido derrotados en las urnas tras largo tiempo de gobierno “demócrata” en países sin dictadura o con ésta camuflada en el bipartidismo que delata -y el ciudadano palpa a diario sin necesidad de ser muy avispado- la censura en los medios de difusión, el adoctrinamiento nacional (en Extremadura y Andalucía a cargo de las Universidades Populares y las Casas de la Incultura y un sinfín de Organismos irrelevantes y “repetidos” para gloria de la sinecura) y las leyes prohibitivas, podemos comprobar cómo, cuando ocurre la debacle -el pueblo no aguanta más opresión y más injusticia social-  y hay que salir corriendo, aparece la cifra afanada, “lavada” para no escandalizar demasiado, de miles y miles de millones que no tuvieron tiempo de ganar, pero que atesoran en los antes citados “paraísos fiscales”. Así, por ejemplo, cuentan las malas lenguas, que a un Ex Presidente socialista se le señalan en Caracas unas enormes posesiones que los taxistas de allá, para alargar la carrera, “invitan” a conocer a los turistas. Y, ni que decir tiene, que todos los líderes –salvo rara excepción- se resisten a abandonar las jefaturas y prolongan sin motivo su “agonía”, seguramente, para tener tiempo de esconder bien la rapiña de sus mandatos. Aunque, ¡ojo!, quizás por aquello de que “la excepción hace la regla”, no sea el caso del Sr. Rodríguez Zapatero. Que no es que se debería haber marchado ya, sino que nunca debió llegar y este país sería ahora, posiblemente, menos desafortunado; no sólo por él, también por la gente de la que se ha rodeado, donde hay “personas” que los españoles tardarán en olvidar y eso que aún no han dado todo lo que llevan dentro.

Mas, si en otros tiempos los piratas a “sueldo del Estado” eran numerosos, comenzando con Demetrio Poliorcete (año 323 a.c. que lucho para impedir la desintegración del imperio de Alejandro Magno) o Sexto Pompeyo que fue el último gran pirata de la antigüedad clásica, y siguiendo con Roger de Flor (catalán de descendencia alemana), Horudsn Barbarroja, Juan Ango, Simón el Bailador, Francis Drake, Sir Henry Morgan, Blackbeard (Barbanegra) y un largo sin fin  hasta llegar a Jean Lafitte que fue quien “auxilio” a Karl Marx y Friedrich Engels, ahora que los tiempos han cambiado y no hace falta trabuco para atracar, son igualmente innumerables. ¿Cuántos hay en el BSCH, BBVA y todos los grandes bancos de Alemania, Reino Unido, Francia, USA, China, India, Brasil, etc., etc., que, seguro, saben esconder cualquier pillaje? Y lo “mejor” es que pueden hacerlo en tiempo real, sólo con pulsar la cifra a esconder y enter, merced a esa tecnología informática de la que tanto se aprovechan, según ellos, los ciudadanos.

Para terminar y sin ánimo de ofender o creerme en posesión de la verdad, sinceramente, pienso que en mi país se están dando las circunstancias para afirmar sin mucho temor a equívocos que, si no exactamente eso, algo muy parecido a “ganar tiempo para esconder el trofeo” se está produciendo. Pues ¿cómo se explica que el PSOE se aferre al poder y no adelante las elecciones generales con la política que está llevando a cabo que no deja de producir parados, pobreza, malestar sin precedentes en pensionistas y en los que lo serán pronto y en los jóvenes que está el ¡50%! sin trabajo y sin perspectiva de encontrarlo en mucho tiempo, endeudamiento en todas las Administraciones, deuda cada vez más cara, déficit público y privado en aumento incontrolable, ruina casi total en las PYMES y las Microempresas, rebajas salariales cada día menos asumibles y subidas de impuestos generalizados (a los que los pagan), despilfarro de dinero público inigualable en el mundo desarrollado, corrupción en todos los niveles de la vida pública (lo de los ERE de Andalucía ya clama al cielo), favoritismo descarado a la gran Banca que, lógicamente, aplaude sus medidas de sometimiento de la economía real a la especulación y el parasitismo de rentistas e intermediarios financieros sobre trabajadores, autónomos y pensionistas (el salvamento de la rentas de la plutocracia internacional), y el mismo favoritismo a familiares y amigos con total desprecio por la igualdad de oportunidades y la justicia social, etc., etc.?                 

¿Se tratará, reitero, de “ganar tiempo para esconder la captura” o será una “maniobra” para tener tiempo de ocultar cualquier “papel” comprometido? Lo mismo me da, que me da lo mismo, ya que, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frio del carajo”.

28-02-11

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