SUBIDA DEL IVA: REDUCCIÓN SALARIAL ENCUBIERTA
Cuando
el Gobierno argumenta que el IVA de nuestro País está entre los más bajos de la
UE -que es cierto- se olvida, ¿intencionadamente?, de que también nuestros
salarios están entre los más bajos de la citada UE y, por tanto, una cosa
compensa la otra. Incluso me atrevería a asegurar que dicha relación
(salario-IVA) es de las más descompensadas, al menos, para el 75% de los
trabajadores (más de 18 millones) que, sabido es, son mileuristas. Así, si
nuestro poder adquisitivo está entre los más bajos, nuestros impuestos no pueden
estar entre los más altos, porque algo falla, no hay duda. Si el Gobierno
quiere tener un Estado con los Servicios a la altura de Alemania, Francia,
Holanda, Bélgica, Italia, Reino Unido y los Países nórdicos, tiene que
recaudar, proporcionalmente, lo mismo que estos. Y, me temo que, con los
salarios y la paridad de compra que tenemos lo va a tener crudo.
La
subida del IVA prevista para junio se me antoja más una reducción salarial
encubierta que una solución para el problema de recaudación que tiene el
Estado. Y no es cierto que como señalan la Sra. Aguirre y otros políticos se
vaya a resentir la empresa, ya que, ésta utilizará –como lo hizo con el
advenimiento del euro- el redondeo (en el que fuimos los reyes de la UE
monetaria y, seguro, ahora mantendremos la “diadema”) y, obviamente, saldrá
beneficiada; o sea, sin que se note, habrán conseguido que pagando el mismo
salario aumente el beneficio. En teoría, y bien mirado, es una maniobra clara
para lograr esa reducción salarial que tanto pide la CEOE... y un gran avance
de cara al famoso “Dialogo Social”, que tarde más o tarde menos aceptará el
futuro despido por la “jeta”.
De
modo que, lo que si se resentirá será el consumo y, por ende, la creación de
empleo. Además de, según los inspectores de Hacienda, aumentar la economía
sumergida, ya que, no todos los profesionales cotizan por módulos –que, por
cierto, va siendo hora de que se les dé una “reforma”- , muchos lo hacen
declarando ingresos y gastos (que junto a los primeros son los que, ¡no se lo pierdan!,
ganan menos que sus empleados, entre once y trece mil euros al año) y otros
muchos no tributan de ninguna forma y no quiero, una vez más, señalar a cierto
gremio elitista como ningún otro. Amén de la conocida facturación sin IVA de
muchas PYMES a las que, lo digo aprovechando este escrito, habría que
fiscalizarle de otra forma los vehículos de lujo y otros bienes que adquieren,
mediante esos sistemas financieros de arrendamiento que todos conocemos, que
sirven para su disfrute particular.
El
Gobierno, en lugar de subir el IVA para mejorar la recaudación, podría –como
señala más de un economista- haber recuperado el impuesto de Patrimonio para
que en justicia pagaran esos vehículos y esos bienes que antes señalábamos,
entre otros. O eliminar todas las deducciones fiscales para las rentas que
superen los 16.000 €/año. O modificar la tributación de las SICAVs que han
hecho que los ricos hayan aumentado sus beneficios, aún en crisis, un 27% (los
trece más ricos de España acumulan más de ¡cincuenta mil millones de euros!,
mientras más de un millón de familias tiene a todos sus miembros en paro y
encima se tendrá que enfrentar ahora a una subida de impuestos). O utilizar el
futbol para recaudar en lugar de para distraer (¡incluso los lunes hay futbol!
y ya sólo queda libre el viernes que, de momento y hasta que también se ocupe,
solaza con la ilusión del Euromillón). O, como no, reducir los Altos Cargos,
Asesores y Personal de Libre Designación –que cada año van en aumento- así como
los salarios descomunales de éstos y de todos los que se dedican a la política
(cualquier Consejero de cualquier CCAA supera al mes lo que ganan la mayoría de
los trabajadores al año).
Pero
no, lo que quiere el Gobierno es “matar” dos pájaros de un tiro: Pues,
evidentemente, el Estado será un poco menos pobre (sin solucionar el problema
del déficit, seguro) y podrá seguir manteniendo esas cantidades ingentes de
políticos y sindicalistas y, lo que es peor, sus soldadazas escandalosas,
aunque ello suponga un poquito de asfixia más para las clases menos pudientes;
y a la par, proporcionará a la patronal la herramienta necesaria para que, sin
trauma, consiga su objetivo –ya señalado- de ganar más con el mismo costo
salarial.
Más,
¿hasta cuándo resistirá la ciudadanía tal encadenamiento de
arbitrariedades?
17-03-10
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