EL QUEBRANTAMIENTO SOCIAL
Por
mucho que se pongan catalanes y vascos con sus nacionalismos exacerbados –junto
a algunos más que se pudieran apuntar- y sus políticos, cuando ya no puedan
engatusar más a la gente, estén por la labor, en mi opinión, España no se va a
fragmentar. Sencillamente porque los de las guerreras y el sable no lo van a
permitir.
Pero,
con la inestimable ayuda del rectángulo comunicador de lo no esencial y de lo
innecesario de saber y ocultador de lo que acontece verdaderamente, más la
colaboración “impagable” de Real Madrid y Barcelona siempre atentos a desviar
la atención de lo que no conviene que se conozca (de lo peligroso para las negras
intenciones político-empresariales de latrocinio y explotación) y pueda
preocupar a la masa, si están a punto de conseguir nuestros políticos que se
consume el quebrantamiento social.
A
no tardar mucho habrán “dividido” el País para su uso y disfrute y habrán hecho
trizas la dual incongruencia derecha-izquierda por mor del embaucamiento, dado
que todos forman parte del “establishment”, del sistema de privilegios.
Quieren
hacer, a mí no me cabe la menor duda, dos Españas: la de los pobres y la de los
“desarrollados”.
El
50% de los ciudadanos sumidos en la pobreza relativa y viviendo con el 60% del
salario medio, y un alto porcentaje de éstos –quizás la mitad- en la sección
extrema de esta con menos de un euro al día (En Extremadura, 40% de pobreza
relativa, estamos a las puertas de que lo logren).
Y
el otro 50%, los “desarrollados”, formado por los llamados “mileuristas” que no
pasarán de los 12.000-13.000 €/ brutos anuales a lo sumo y que han aumentado en
los últimos tres años en más de 7 millones (ya son 18,3 millones), lo que, al
paso, revela la catadura de la empresa española que, para más inri, es la más
subvencionada por el Estado de toda la UE; los de la clase media, que, no lo
duden, quedará reducida a la mínima expresión; y la clase política opulenta, la
empresarial, la gente del “arte” y los deportistas de élite, que tendrán –como
ahora- unos ingresos ciclópeos e incitadores a la rebelión social.
¿Será
que, por pasivos y sumisos, nos lo tenemos merecido?
30-10-09
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