EL MISMATCH Y LA CRACIÓN DE EMPLEO
Rápidamente,
antes de que alguien me llame hijo de… la Gran Bretaña, la traducción:
“Mismatch” significa desequilibrio, desencuentro; en economía, lógicamente,
inestabilidad entre oferta y demanda.
Cuando
se firmó –entre gobierno, sindicatos y patronal- ese famoso “Acuerdo” que
incluye la reforma del sistema de pensiones que, de modo descarado, favorece a
los fondos y planes privados de pensiones que maneja la Banca y tiene al 82% de
la población en contra, le dije a mi esposa que antes de un par de meses
sabríamos cuanto nos va costar a los ciudadanos la “bajada de pantalones
sindical”. Ya, con el cuento de la formación no reglada, lo hemos sabido, sino
exactamente, con mucha aproximación: setenta y nueve millones y medio para UGT
y setenta y cuatro millones novecientos mil euros para CCOO y algo más de
veinte (21,4) millones para la patronal son los datos del 2010 que,
previsiblemente, aumentarán este año. Un buen “pellizco”, ¿no creen? Más de
¡treinta mil millones de pesetas!
Pero
no es sólo el costo la desgracia, que también, sino la demostrada inutilidad de
ese tipo de formación que es, como está probado fehacientemente, una de las
formas de financiarse del mundo sindical y de esa patronal plagada de
Vicepresidentes y vividores a cuerpo de rey con lo ajeno, con los sudores de
los bobos usuarios y las afanadas a las míseras pensiones.
Y
claro, producto de ese tipo de formación improductivo, surge el Mismatch, el
desequilibrio entre oferta de puestos de trabajo y cualificaciones de los
trabajadores que en España es muy marcado. Sobreabundancia de licenciados
universitarios y escaso desarrollo de la formación media y profesional que sólo
es posible con la enseñanza reglada y no con la pantomima sindical y
empresarial. Farsa, de unos y otros, que da lugar, inexorablemente, a bajos
salarios y consecuentemente a escasa demanda de los productos o servicios, lo
que, no hace falta ser economista para entenderlo, incide muy negativamente en
la creación de empleo porque, sencillamente, supone el ocaso fulminante de las
medianas empresas y las microempresas.
08-03-11
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