ALFOMBRA ROJA PARA EL INTENDENTE
El
tiempo desapacible ha fastidiado el paseíllo político socialista por la
alfombra roja. A la intemperie, al menos, porque igual la han colocado en la
Casa de la Curtura y lo han realizado allí. Como uno no ha asistido a la
catequesis electoral farsante que montan los del PSOE, no lo sabe. Pero bueno…,
quién nos iba a decir que veríamos este montaje, cuando muchos de los que ahora
patean el rojo -que lo están menospreciando de verdad también- eran simples
ocupadillos al inicio de la actual “democracia”. El que lo era, lógicamente,
porque un número considerable no era ni siquiera eso, era de filosofía
haragana.
Curiosamente,
esta mañana, el Alcalde actual (que esperemos no sea el mismo el próximo lunes,
para que gane Castuera y se acabe la pesadilla de la petulancia) transitaba por
la calle donde vivo –el adoctrinamiento para el voto obliga a andar más de la
cuenta en época de elecciones- y tras cruzarse conmigo, como diez metros más
adelante –cerca, seguramente, le dio miedo recibir un merecido improperio-, me
espetó que iba a ser Alcalde (que iba a seguir siendo el Alcalde, supongo que
quiso decir). Le respondí que conmigo no, que con mi voto no. Y la verdad es
que hay veces en las que uno responde demasiado suave para lo que el engreído
agresor merece. Quizás hubiera sido más adecuado haber dado alguna respuesta “más
contundente” a la manifiesta prepotencia, pero, qué más da…, afortunadamente,
recibí una mejor educación que la suya, aunque carezca de titulación
universitaria. Titulación que, por otra parte, quién sabe si él consiguió con
la “ayuda” del régimen anterior -como tantos otros- a base transportar chorizos
y jamones, pues en una ocasión oí que corría el rumor de que había llegado a
Castuera enviado por el Movimiento Nacional.
En
fin… La prudencia traiciona a veces.
Y
por prudencia no diré nada de la Isla de Zújar y de los rumores que corren
sobre las próximas obras a realizar y sobre la posibilidad de que haya
“testaferros” tapando a algunos que se están forrando con el “turismo rural”,
ya que, pronto se conocerán. Es decir, saberlo lo vamos a saber y si la
justicia tiene que intervenir se lo reclamaremos. De modo que, hablando de
reclamaciones, si sale de nuevo (que somos mucha gente en Castuera las que no
lo deseamos), mi esposa presentará denuncia contra él por varias cuestiones y
por el vilipendio a que está sometida para que todo se aclare lo antes posible.
Nuestra “guerra”, que no lo dude nadie, no se da por concluida el día 22.
Sencillamente, acaba de empezar.
Por
cierto, para terminar, la Ley, supongo, no prohíbe escribir en la jornada de
reflexión, por lo que es posible que lo haga. Luchar para que Castuera cambie
es necesario hacerlo hasta el último minuto. Y si ocurre –que, reitero, ojalá-
este pueblo se habrá librado de un gobernante poco de fiar. Se lo dice alguien
que lo conoce bien y sabe de su andancio.
20-05-11
No hay comentarios:
Publicar un comentario