Wikipedia

Resultados de la búsqueda

martes, 16 de agosto de 2016

ALCALDADAS


ALCALDADAS

 

Cuando se ha vivido cierto tiempo, uno se acostumbra a casi todo. Y lo hace, axiomáticamente, porque la vida depara situaciones de todo tipo si, como servidor, se es un poco inconformista; un poco diferente a esa gente sumisa y servil que acata la imposición de cualquier atropello para, de esa forma miserable, poder “mal vivir” sin que le falte ese ruin estipendio que el oligarca de turno le ha procurado por bajar la cabeza y doblar la rodilla. En una palabra, por aceptar de manera incondicional, sin rechistar, cualquier alcaldada.

Habiendo ocasiones en las que los abusos se suceden a la manera y modo más variopinto. Tanto que, alguna de las personas que los tienen que soportar y no está dispuesta a doblar la rodilla, los denuncia ante la autoridad competente. Lo que para el déspota no es tolerable, acostumbrado como está a que nadie le exija nada ni le contradiga, ya que, su conciencia errónea le hace creerse infalible. Y ocurre entonces, que éste recurre a la falsedad para convencer a los que, aunque no se atrevan a decirlo por el miedo a perder su pequeña porción del dulce, albergan serias dudas de que lo sucedido, lo logrado a través de la justicia, sea producto de una promesa suya que jamás ha hecho. Pero además, si se denuncia públicamente su despreciable manipulación de los hechos, el opresor recurre a una demanda por difamación. Lo que no significa otra cosa que una infame no aceptación, propia de un vulgar caudillo, de la libertad de expresión y opinión.

Es lo que ha acaecido en Castuera: el Alcalde ha presentado una demandado porque se ha denunciado en los medios de comunicación escritos que él faltaba a la verdad al no aceptar lo que mi  esposa había logrado a través de la justicia (que se la hiciera indefinida, junto a bastantes compañeros más, después de estar trabajando 16 años con contrato en fraude de Ley de Obras y Servicios Determinados y se le reconociera un trienio que le era choriceado) y por haberse aprovechado dicho escrito para hacer llegar a la población la disconformidad con obras realizadas por el Ayuntamiento que rayan en la absurdez y el despilfarro, cuando no, en quizás servir de alimento a alguna faltriquera señorial “necesitada”; pues, como ya es sabido y se ha podido comprobar hace unos días con el “noviazgo” del Presidente del Gobierno y el Sr. Botín, el socialismo de responsabilidad del PSOE ha optado por ponerse al lado de los que hasta no hace mucho “perseguía”, posiblemente, porque “no hay peor que un pobre harto de pan”.

Más, no importa. Porque, por supuesto, para influir en el voto, que pienso es un derecho de cualquier ciudadano que sea capaz de llamar al pan pan y al vino vino, y que este individuo no se merece, voy a seguir desentrañando todas y cada una de las ruindades que conozca o me lleguen de los ciudadanos. Como es el caso de sus ya referidas actuaciones en la calle Santa Ana, el famoso Carril Bici, la remodelación de la Farola, el edificio de la Plaza de San Juan y otras. Y sin, por descontado, olvidar la más grave, propia de un auténtico Dictador,  de NEGARSE A  CUMPLIR UN ACUERDO PLENARIO que mandaba devolver ese desperdicio de avión de guerra que da la bienvenida a la gente que llega a Castuera. O la que está en ciernes: construir una hospedería, un “cardhusdromo” (6,5 millones de euros), que sólo podrá disfrutar él y muy pocos más.

 

Del mismo modo que seguiré denunciando como, por ejemplo, la evacuación, en caso de incendio, de los ancianos de la Unidad de Asistidos de la residencia de Mayores donde trabaja mi esposa, sería casi imposible realizarse por estar en una planta -la siguiente al bajo- y no tener salida adecuada para personas impedidas salvo una puerta que comunica con una terraza desde la que habría que sacarles con un helicóptero o con la ayuda de los bomberos; harto difícil si se tiene en cuenta que son personas que están impedidas y a duras penas se pueden desplazar. O que se siguen inundando –y ha pasado un año ya- los geriátricos que mi esposa denunció ante la Inspección del Trabajo y ante el Sepad, con cada vez más riesgo de un accidente grave no sólo entre los residentes sino también entre los trabajadores. O, por citar una muy reciente (ocurrida el martes pasado, 29 de marzo), como, durante la celebración de las elecciones sindicales de los trabajadores del Ayuntamiento, una empleada de Éste –militante del PSOE- “encargada” de la Ayuda a Domicilio, repartió a las trabajadoras de este servicio (y quizás a las del de limpieza, pero eso no lo sé) la ropa de trabajo en su oficina de las dependencias municipales donde se celebraban dichas elecciones para que así nadie se “olvidara” de votar…, a la UGT, lógicamente, y con el objetivo de que no saliera elegida mi esposa que iba en las listas de CCOO. Pero, qué pena más grande, aún así, Ana María Díaz Moreno, salió elegida.  

Así que, con demanda para intimidar o sin ella, igual nos da, cuando estén cerca las próximas elecciones y si no se han solucionado las reivindicaciones ya conocidas que son de justicia (salario igual que en la Junta o el SES, planilla sin discriminación ni manipulación, nombramientos de servicios en días señalados sin corresponder y turnos con intervalos de 7 horas cuando la legislación vigente señala como mínimo 12 horas, o impedir que se pueda acudir a la consulta del médico con la normalidad de los demás, etc., etc.), mi esposa y yo iniciaremos nuestra particular “campaña electoral”. Sencilla y llanamente porque no queremos que este “Sr.”, falso, farsante y manipulador, siga siendo el Alcalde; y porque creemos que cualquier ciudadano está en su derecho de denunciar todos los estropicios que conozca y a quien los ha propiciado. Y si las circunstancias que rodean lo que está pasando influyen en que el PSOE pierda votos (entre los no sometidos, por descontado) lo sentimos…, en la misma medida que la gente catequizada de ese partido siente el vilipendio a que se está sometiendo a mi esposa, claro.

En fin… Las alcaldadas, propias del exceso de tiempo en el poder (en algunos casos, porque en otros son parte de llevarlo en la sangre) y de lo leño que es cierta clase política rastrera, están a la orden del día en nuestros pueblos y en nuestras regiones. Con lo que los extremeños, y en particular los de Castuera, si no somos capaces de dar un vuelco a la situación política, vamos a sufrir muchas alcaldadas de estos individuos que están empecinados en hacer su santa voluntad aunque esta vaya en contra de la razón más elemental. O sea que, si, con nuestro voto, no le ponemos coto a este tsunami de despropósitos que constituyen las actuaciones de tantos y tantos políticos que sólo piensan en sus intereses (gozos y viajes incluidos), y a los que importa poco o nada la ciudadanía y la utilizan para procurarse un vivir a costa de morrongo, cada vez estaremos más lejos –las desigualdades de renta y sociales se acrecientan día tras día- de eso que, aunque se les llene la boca al decirlo, ahora sólo disfrutan ellos y sus fanáticos: el Estado del bienestar.  

30-03-11

No hay comentarios:

Publicar un comentario