TRABAJO Y DIGNIDAD (TYD)
TYD
es un colectivo para la recuperación del trabajo y la dignidad obrera que sólo
trata de llamar la atención sobre el problema que tienen muchos trabajadores y
de cómo, si la situación no cambia, puede que se vean obligados a tomar
decisiones drásticas que podrían poner en peligro la estabilidad social. Lo
llaman: “Despertar una fiera”.
Así
de claro, como se lo cuento…
El
colectivo considera, basándose en la “Declaración Universal de los Derechos
Humanos” de 1948 (ese año nací yo…, pero también el Sr. Ibarra, por ejemplo),
que se le están negando sistemáticamente algunos de estos derechos y,
obviamente, su inalienabilidad; tal es el caso del “Derecho a la libertad de
opinión y de expresión” (Ar.19), del “Derecho al trabajo” (Art.23), del
“Derecho a un nivel de vida adecuado” (Art.25) o del “Derecho a un mundo justo
(Art.28) entre otros.
En
su manifiesto de creación –sólo está en la red?- dice únicamente que es un
movimiento obrero temporal y pacífico. Que sus líderes son todos los que forman
el colectivo y que por tanto no hay liberados ni se paga cuota alguna ni se
tiene sede física en ningún sitio. Se convocarán, si la situación lo exige,
exclusivamente a través de internet y no hace falta darse de alta ni de baja.
Se atenderá la demanda de acudir a efectuar medidas drásticas si se comparte lo
que el grupo de creación proponga y siempre procurando una actuación pacífica.
Se pide que para participar en sus “movilizaciones o actuaciones” se lleve
cosido o pegado a la ropa, en cualquier parte, un trozo de tela blanco con las
letras TYD. Nadie podrá portar documentación de ningún tipo (hay que dificultar
en lo posible la identificación personal –el DNI oral es: ¡Obrero!-) ni armas o
utensilios que pudieran ser peligrosos para la integridad, pues el movimiento
-no hay que olvidar- es pacífico y sus actuaciones y su fuerza estarán basadas
en el número de participantes que deseen recuperar trabajo y dignidad o que,
aún teniéndolo, quieran ser solidarios.
El
TYD, acusan, está creado ante la inoperancia de los sindicatos y movimientos
tradicionales que todo el mundo sabe están secuestrados por los partidos
políticos que gobiernan con ayudas y subvenciones (las de este año han
aumentado, dicen, un 50%) para doblegar la lucha obrera; y porque este planeta
tiene en sí muchas penurias, algunas de ellas más acusadas para muchos que para
otros como se ha podido comprobar con esta crisis que quieren que paguen los
únicos que no la han provocado: los trabajadores.
Declaran,
como dice un famoso articulista y escritor, “…siendo una crisis inducida por
los malos, se está llevando por delante a los buenos”. El paro supera ya los
cuatro millones y, lo peor, más de un millón de familias tienen a todos sus
miembros sin trabajo, lo que significa estar a las puertas de la indigencia. Da
la impresión, sostienen, de que el Gobierno, que no parece en absoluto
preocupado, utiliza estas cifras –de las que hay mucho que debatir- para
“ASUSTAR” a los que trabajan y evitar así la revuelta social.
Y recuerdan
que hay una de esas penurias, el hambre, que los españoles –muchos aún viven y
no lo habrán olvidado- aguantaron sin más porque había un régimen militar que
no daba opción a la sublevación en la calle y porque era la posguerra,
expresan, y el País estaba asolado y sólo había una alternativa (entre los
perdedores, sobre todo) para combatirla: callar para no ir a la “pared” o, en
el mejor de los casos, a un “peligroso campo de concentración” y sustraer (o
pedir prestado), con mil y un ingenio, lo que se podía.
“Sí,
eran los tiempos de las cartillas de racionamiento, servidor lo recuerda bien,
los niños –en mi escuela, sólo ocho o diez teníamos “zapatos”, los otros más de
treinta iban descalzos- padecían, en un porcentaje muy elevado, desnutrición y cualquier
enfermedad sin ser grave se los llevaba o los dejaba hechos una pena para el
resto de su existencia. Época muy difícil que, si no se pone remedio pronto, es
posible que volvamos a padecer; sobre todo, en Extremadura y Andalucía que son
las dos regiones más castigadas por el desempleo y por un caciquismo sin
escrúpulos y rampante como el de entonces, favorecido ahora por una sinecura
sindical cercana a lo escandaloso”.
La
situación política que se da en este momento es diferente, estamos en “Democracia”,
y es así pues que el TYD recomienda con ínfulas se haga caso, por parte de
quienes gobiernan, a sus reivindicaciones para evitar una serie de medidas
drásticas que tiene decidido llevar a cabo si la situación -como se prevé-
empeora, convocando a todos los trabajadores parados -autónomos incluidos-, en
todo el territorio nacional, bajo el lema: “Como ellos, ¡con atropellos!”.
Entre
esas reivindicaciones –el grueso de las mismas ha sido enviado al gobierno-,
apuntan, están las siguientes:
a).-
Renta básica de subsistencia de 600 € por desempleado (1.000 € si tiene cargas
familiares) que haya agotado sus prestaciones por desempleo hasta que éste se
sitúe en el porcentaje de la media de la UE, por debajo del 9%; y la misma
renta, pero indefinida, para los colectivos en estado de exclusión social y
para las personas de difícil reinserción laboral.
b).-
SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL (SMI) EQUIVALENTE AL DE LOS PAÍSES DE LA UE
DESARROLLADA, ENTRE 1.300 Y 1.400 €/MES. SI NO HAY PODER ADQUISITIVO –QUE ES EN
LA ACTUALIDAD UN 69% INFERIOR AL DE UN ALEMÁN-, NO HAY CONSUMO; Y SI NO HAY
CONSUMO NO HAY EMPRESA Y, POR CONSIGUIENTE, TRABAJO. (Esta reivindicación no es
negociable).
c).-
Salario máximo de todos los cargos públicos y funcionarios de 3.000 €/mes
mientras dura la crisis.
d).-
Supresión de la mitad de los Altos Cargos y Asesores del Estado y de las
Autonomías por no considerarlos necesarios.
e).-
Ayuda de 210 €/mes, como la del alquiler de los jóvenes, para todos los
trabajadores en paro que tengan hipoteca de su vivienda habitual y que no hayan
superado los 20.000 €/ brutos de renta en cada uno de los últimos tres años y
destinar el dinero (según parece, unos 6.000 millones de €) de los famosos 400
€ para las familias que tienen a todos sus miembros en paro y no para
“convencer” a votantes ricos y señoritos que no los necesitan.
f).-
Supresión por ley de todos los descuentos que tiene el IRPF para quienes ganan
más de 100.000 €/año y crear para ellos una figura impositiva que, al menos
(como ha hecho USA con algunos) les haga pagar una buena parte de su
desmesurado salario. Y que las grandes fortunas estén obligadas a pagar un
impuesto especial por ello cada año.
g).-
Exigencia, por decreto-ley, a todas las entidades financieras (bancos y cajas)
no cobrar, mientras dure la crisis, más del 3,5% de interés por hipotecas y
créditos hipotecarios y del 4,5% en préstamos de consumo. Por encima de esos
índices el TYD considera que es usura y atropello tal como está el precio del
dinero.
h).-
Reforma urgente del INEM, o como se llame ahora. Ni están todos los que son, ni
son todos los que están; y eso perjudica en gran medida a las prestaciones.
i).-
Exención total de todos los impuestos directos (incluido el IRPF) para todos
los trabajadores que se encuentren desempleados y su renta de los tres últimos
años no haya sido superior a 16.000 €/brutos. Y
j).-
Información detallada en cada domicilio de datos comparativos de los Países de
la UE referidos a todo lo que acontece al mundo laboral para que no se engañe a
los trabajadores, como hace la patronal, por ejemplo, en lo referente a las
cotizaciones sociales, costos laborales, temporalidad en fraude de ley, tipos
de contratos e importe real del despido.
Ellos
–el capitalismo opresivo y codicioso-, quiere el TYD que sepan todos los
trabajadores, han dado lugar a esta crisis y siguen teniendo grandes beneficios
y no paran de aprovechase para subyugarnos; nosotros –todos los que tenemos que
trabajar para vivir, los que tienen trabajo y los que no- les devolveremos el
“cumplido”, si no se atienen a razones, con una crisis social sin precedentes
que pondrá en la picota el funcionamiento de sus medios para vivir a costa de
los demás como lo hacen.
Así
que, por tanto, si no hay entendimiento justo, reitera el TYD, se iniciaran algunas
de las movilizaciones previstas –para las que, evidentemente, no hace falta
solicitar ninguna autorización- como:
-
Aprovisionamiento para la lucha
“entrando”, pacíficamente, en las Grandes Superficies de las principales
ciudades del País al estilo de los llamados Robin Hood de los supermercados
franceses. Nadie va a pasar hambre, CUESTE LO QUE CUESTE.
-
“Invasión” pacífica de todos los medios
públicos de desplazamiento que se pueda, con especial hincapié en los trenes
rápidos de lujo (AVE), ya que, no es justo que con los impuestos de los
trabajadores se pongan en funcionamiento trenes de este tipo para que viajen
placenteramente los mayores evasores de Hacienda: Los ricos y la farándula.
-
“Visita” indiscriminada a Cajas y Bancos
en todas las ciudades en grupos de 150 personas para “pedir información de
hipotecas y créditos” durante el horario laboral e ininterrumpidamente varias
jornadas para bloquear sus servicios.
-
“Irrumpir” en las vías principales de
las ciudades más importantes del País (por ejemplo, la castellana de Madrid)
con todos los vehículos posibles y a poca velocidad para, pacíficamente, dar
lugar a un monumental atasco. Y
-
Saturar a pie, para dificultar el
tránsito, las principales zonas comerciales de las ciudades con el slogan: “Si
no podemos comprar todos, que no compre nadie”.
Estas,
entre otras medidas, más severas y de mayor calado, que vendrían después.
En
el TYD piensan que si ellos nos atropellan con corbata y con sus leyes injustas
porque son unos ávidos quincalleros y bellacos; nosotros los vamos a atropellar
sin corbata y sin leyes, sólo con nuestra presencia. Y allí donde disfrutan con
su opulencia y sus medios materiales haremos acto de presencia para “fastidiar”
y recordarles sus desvergüenzas.
En
fin…, hasta aquí hemos llegado.
¿Piensan
que todo esto es poco creíble? Pues claro que sí.
Y
les ruego acepten mis más sinceras disculpas y olviden este escrito. Lo
expuesto es sola y exclusivamente producto de mi modesta inventiva (el TYD no
existe y espero que nunca sea necesario, aunque…) y responde a la inquietud
que, como la mayoría de Vds., tengo por la situación que estamos viviendo en
este País de truhanes gobernantes que únicamente piensan en seguir mandando
para llenar sus faltriqueras y de, como he dicho un poco más arriba, ávidos
quincalleros y bellacos.
Tómenlo,
se lo pido por favor, como mi humilde contribución al 1º DE MAYO y nada, nada,
nada, nada más.
29-04-09
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