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miércoles, 3 de agosto de 2016

¿CACIQUISMO? ¡NO HOMBRE, NO! MODOS


¿CACIQUISMO? ¡NO HOMBRE, NO! MODOS.

 

Javier Marías –el País Semanal, 29/03/09-, con la objetividad propia de su saber, trata, en su artículo “un sinfín de no sé qué”, el tema del caciquismo. Y dice, entre otras cosas, que el Sr. Fabra (Presidente de la Diputación de Castellón y persona, al parecer, muy relacionada con el tema) manifiesta que: “hoy se puede colocar a un montón de gente, asesores, secretarios, directores generales, subdirectores, subsecretarios, asesores de los consejeros, directores territoriales, secretarias de no sé qué…, y toda esa gente es un voto cautivo, que lo tengáis muy claro”. Así pues, lo del voto agradecido o cautivo suena mucho a caciquismo y a tráfico de influencias.

Más adelante, Javier Marías, dice estar convencido de que Fabra no es el único político español que “coloca” a gente superflua sin ton ni son para contentarla y darle un sueldo por figurar y asegurarse su voto futuro. ¿Cuánta gente está sufragada por el Estado (Autonomías, Diputaciones, Ayuntamientos) y por qué éste mantiene con los impuestos de todos a una parte privilegiada de la población que no sirve para nada?, declara. Y termina diciendo que lo ve como una monumental estafa.

Bien. ¿Caciquismo dice Vd? ¡No hombre, no! Son modos; formas de hacer las cosas para bien de todos y para dar empleo dicen los políticos que mandan.

Sr. Marías, aprovecho para invitarle a que visite Extremadura (hace muy poco ha estado aquí SM la Reina y no le ha pasado nada; esta tierra, mientras no se haga la refinería de interior -monstruo contaminante-, es muy sana y guapa, muy guapa) pues aquí, en la tierra del funcionariado (lo son el 30% de los trabajadores), el partido político que “gobierna”, el, podríamos decir, Partido Socialista Obrero Extremeño Institucional (PSOEI) por los años que lleva en el poder, considera que no hay despotismo sino una forma de que la región se desarrolle poniendo en cada sitio a los mejores…, según su criterio, claro.

Verá cómo funciona el desarrollo del subdesarrollo; cómo y por qué somos la última sardina de la banasta; verá cómo somos los peores en casi todo, por no decir, todo, si es algo importante como la Salud, la Educación, LA POBREZA, la presión fiscal, la corrupción y el despilfarro (casi 1.700 coches oficiales y despachos a tutiplén en cualquier sitio, incluido el del Sr. Ibarra -con cuatro empleados- tras su abdicación), etc., etc. Comprobará por qué nuestro PIB es el mismo que hace 25 años y deducirá –sin que nadie se lo tenga que explicar- por qué también somos los que tenemos la renta per cápita más baja de la Nación.

Percibirá, puesto que tenemos más funcionarios que nadie, que esta tierra está plagada de Organismos Oficiales con sus correspondientes Altos Cargos, Asesores, Personal de Confianza y no sé cuantos titulillos más; incluso tenemos hasta un Observatorio financiero, para gloria de la sinecura.

Si, Sr. Marías, vislumbrará como, después de la abdicación, con la llegada del Dr. Fernández Vara pensamos que todo iba a cambiar; que llegaba por fin la modernidad que llevábamos treinta años esperando y que cada vez que había elecciones se nos anunciaba. Pero las píldoras del Presidente Vara, como no podía ser de otra forma, son, por lo visto hasta ahora, las mismas que las del Sr. Ibarra: Seguir haciendo lo mismo para que no cambie nada con la superchería de que habrá resultados diferentes. O sea, las píldoras, como he oído a alguien, del “Socialdespilfarrismo”; o la expresión, simpática, como oí en una ocasión: “el yo, me, mi, me, conmigo”.

Y ya, para terminar y no cansarle más, algo sobre el problema más acuciante de los españoles y, cómo no, en mayor medida, de los extremeños: el paro.    

También tenemos, sino el mayor, uno de los índices de paro más altos del País, rondando el 20% (casi siete puntos por encima de la media nacional), que, en mi opinión, está directamente relacionado con gran número de votos (en el censo de parados –lo he dicho hace unos días en otro escrito- está mucha gente que no debiera y faltan otros que si deberían estar) y eso no se puede consentir, porque las prestaciones que reciben los que realmente están parados dejan mucho que desear por culpa del número, y porque asusta demasiado para que los que sí tienen trabajo puedan denunciar sus justas reivindicaciones.

Además, el que sea así o muy parecido, hace que el Gobierno nacional y autonómico se preocupe solamente lo imprescindible para la galería pues saben muy bien que el censo de parados no es el que es, y si fuera correcto estaríamos muy cerca de los niveles de Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido. Aunque claro, una simple corrección pondría en Andalucía y Extremadura a más de un político en esa “inflada” lista y la alternancia política es posible que, por fin, se diera. Me temo, no obstante, que tenemos PSOEI para rato… y, posiblemente, autócratas también.

Aprovecho, ya que estamos con el tema del paro, para agradecer a alguien que se denomina NELSON que lea mis escritos, y aunque la gente que se esconde en un mote o siglas no son santos de mi devoción pues pienso que no sirven ni siquiera para estar escondidos, le envío un cordial saludo y, sin ánimo de hacer pedagogía, le recuerdo la primera regla político-sindical: “Trabajar es para el que no sabe hacer otra cosa”. Cierto, Sr. Nelson, que no pego ni golpe…, y lo peor es que no sé hacer otra cosa.   

01-04-09                          

 

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